Publicado: junio 15, 2025, 4:00 pm
En España, no es infrecuente escuchar hablar de que alguien ha recibido el diagnóstico de hÃgado graso, que técnicamente se denomina enfermedad no alcohólica de hÃgado graso o hepatopatÃa grasa no alcohólica. Como su propio nombre indica, se manifiesta con una acumulación anormal de grasa en este órgano vital.
Especialmente frecuente en personas con sobrepeso u obesidad, el hÃgado graso, a pesar de su denominación cientÃfica, afecta a personas que beben poco o nada de alcohol. Los expertos alertan de que se trata de una patologÃa que está volviéndose cada vez más habitual en los paÃses occidentales, a medida que aumenta la obesidad. Pero ¿cómo puedo saber si tengo el hÃgado graso?
HÃgado graso, el tipo más común de enfermedad hepática
Como exponen los expertos de ClÃnica Mayo, la enfermedad no alcohólica de hÃgado graso es el tipo más común de enfermedad hepática en el mundo, y su gravedad varÃa desde la estenosis hepática hasta una variedad más seria llamada esteatohepatitis no alcohólica, que hace que el hÃgado se hinche y sufra daños debido a los depósitos de grasa.
Si esta variante grave evoluciona, puede llegar a formar cicatrices en el hÃgado, lo que se conoce como cirrosis, y desembocar con el tiempo en un cáncer de hÃgado. Cabe decir que, en este punto extremo, las consecuencias de esta enfermedad son similares a las que puede provocar el consumo excesivo de alcohol.
Cómo reconocer los sÃntomas del hÃgado graso
A pesar de que los expertos advierten de que esta patologÃa cada vez más prevalente no presenta unos sÃntomas especÃficos y exclusivos que nos permitan identificarla sin ninguna duda, sà existen algunas ‘pistas’ que pueden situarnos en el camino de la sospecha.
Entre los sÃntomas más habituales que puede ofrecer la enfermedad están el cansancio extremo, la sensación de malestar general y un dolor persistente en la parte superior derecha del abdomen. Náuseas y sensación de debilidad también podrÃan darse en ciertos casos.
En el supuesto de que el hÃgado graso haya evolucionado a cirrosis, se sumarán otros sÃntomas más especÃficos como la hinchazón abdominal, picor en la piel, unas piernas visiblemente hinchadas, sensación de falta de aire al respirar, dilatación del bazo, color amarillento de los ojos (ictericia) y presencia de vasos sanguÃneos dilatados justo debajo de la superficie de la piel.
HÃgado graso, una patologÃa de causas desconocidas
La comunidad cientÃfica no se pone de acuerdo en cuanto a las causas que pueden provocar el hÃgado graso en algunas personas y en otras no. Aunque los expertos coinciden en que puede haber un componente genético, y que la obesidad es un factor de riesgo bastante claro, no hay un origen explicable aún. Eso sÃ, hay mayor prevalencia en personas mayores de 50 años.
En determinados casos de pacientes con resistencia a la insulina, que se desencadena cuando las células no absorben la glucosa en respuesta a la hormona insulina, en combinación con diabetes tipo 2, y/o niveles altos de grasas, particularmente triglicéridos, en la sangre, las posibilidades de padecer hÃgado graso se multiplican.
Otras patologÃas que podrÃan incrementar el riesgo de enfermedad del hÃgado graso no alcohólico son: tener antecedentes familiares de la misma dolencia; deficiencia de la hormona del crecimiento; mantener unas cifras de colesterol muy elevadas; lo mismo de triglicéridos; sÃndrome de ovario poliquÃstico; e hipotiroidismo.
Referencias
Lorena Castro S., Guillermo Silva P. Departamento de GastroenterologÃa ClÃnica Las Condes. ‘Non-Alcoholic fatty liver disease’. Publicado en Elsevier. Consultado online en https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo el 22 de mayo de 2025.