El Partido Socialdemócrata rumano (PSD) ha validado este pasado fin de semana, prácticamente por unanimidad, a Crin Antonescu como candidato a las presidenciales del 4 de mayo. Hasta ahora, Antonescu había sido validado por PNL y UDMR y se convierte, por tanto, en … el candidato con el que la coalición pretende neutralizar a Calin Georgescu, el ganador de la primera vuelta de las presidenciales, celebradas en 2024 y anuladas por el Tribunal Constitucional.
Georgescu, nacionalista prorruso, no ha confirmado todavía oficialmente si se presentará a la nueva convocatoria. De momento, ha recibido la designación de Antonescu diciendo que es un candidato que «huele a naftalina» y ampliando su discurso nacionalista hasta el punto reclamar territorios ucranianos para Rumanía. En una entrevista con el periodista Ion Cristoiu, ha descrito a Ucrania como «estado ficticio» cuyos territorios deben dividirse entre los países vecinos después de la guerra con Rusia. «El mundo está cambiando. Las fronteras cambiarán. Y cuando las fronteras cambien, ¿dónde estaremos?», se ha preguntado, «es evidente a quién pertenecen la parte ucraniana de Bucovina del Norte y Transcarpatia».
Georgescu afirma además que Hungría y Polonia también están interesadas en territorio ucraniano. Anton Gerashchenko, ex asesor del ministro del Interior de Ucrania, ha escrito en X que Georgescu está actuando según el guión de desinformación del Kremlin. «No sólo repite la mentira popular rusa de que Ucrania no es un país real, sino que también refuerza la narrativa de que los miembros del este de la UE están planeando apoderarse de territorios ucranianos», explica, «la alianza proeuropea, desde el gobierno, intentará contrarrestar ese discurso que se ha abierto paso entre el electorado rumano».
«El comienzo de una amistad»
La designación de Antonescu como candidato a las presidenciales es el primer gran paso que da la coalición de gobierno en esa dirección. En su discurso de aceptación de la candidatura, Antonescu ha manifestado que «este puede ser el comienzo de una hermosa amistad», refiriéndose a la unión de partidos hasta ahora contendientes. «En nuestro caso es un poco especial, en nuestro caso la historia es un poco más interesante, un poco más espectacular, pero lo único que quiero, no solo para nosotros, sino para nuestro país, es que esta larga y complicada historia tenga un final feliz», ha dicho, «y un final feliz significa una Rumanía estable, con una relación, por fin, normal, después de 20 años, entre el presidente, el Parlamento y los partidos políticos».
En el congreso socialdemócrata, el presidente del PSD, Marcel Ciolacu, ha criticado la antigua alianza con el PNL y la decisión de los partidos de presentar candidatos separados. «Fue la estrategia equivocada», se ha arrepentido, «un orgullo estúpido nos hacía correr por separado y llenarnos de barro todas las noches en todos los televisores. Los logros ya no importaban, porque sólo generábamos fuerza contaria. Y el resultado fue que los rumanos nos dieron la espalda y abrazaron la alternativa carismática de un falso Mesías». «Sí, me equivoqué», ha entonado Ciolacu el mea culpa, «el PSD no puede permitirse el lujo de dejar al país presa del extremismo y el nacionalismo místico y la única alternativa viable es un candidato capaz de traer estabilidad al país. ¡Este hombre es Crin Antonescu! ¡Bienvenido!«, dijo Ciolacu
Plan de resistencia
Antonescu ha avanzado las direcciones que seguirá si gana las elecciones. Promete ser un presidente fuerte, pero dentro de los límites de la ley y la Constitución. «La gran batalla comienza después de las elecciones, porque tenemos grandes turbulencias en la política internacional y también tenemos cosas que resolver adentro. Es necesario aclarar algunas cosas. Seré un presidente fuerte. Pero no violando la Constitución, no intrigando con los servicios secretos y no infiriendo en la justicia», ha sido su declaración de intenciones.
«Tendremos que defender la tolerancia y la libertad, pero no habrá tolerancia para la intolerancia y libertad para el extremismo», ha expuesto su plan de resistencia contra las tendencias extremistas. Desde el estudio Realitatea Plus, en el programa de Anca Alexandrescu, Georgescu se burlaba de estas declaraciones y las consideraba «una admisión de derrota». «Se puede ver que trabajó duro para decir estas cosas, hablando honestamente, quiero decir que aprecio el trabajo que hizo para aprender, en comparación con lo que sabía, más allá de eso, es, en primer lugar, un reconocimiento de la situación y la derrota, tal como dije antes, que no evitará la victoria del pueblo rumano», decía Georgescu. «Sobre todo, es muy interesante cómo se mantiene este acoplamiento totalmente antinatural con el PNL«, continuó, mientras recordaba que PSD y PNL »no llegan ni al 5% si las elecciones se organizaran en este momento«.
Georgescu se siente refrendado por las elecciones en Estados Unidos y fija su espero en Donald Trump y JD Vance, que en su opinión han «activado rápidamente» una «corriente de transformación» que tendrá «eco» también en Rumanía. «Lo vemos con nuestros propios ojos, suceden una tras otra todos los días. Estas cosas no quedarán sin eco ni siquiera en Rumanía, muy pronto. Es cuestión de paciencia. Es por eso que lo que dice Marcel Ciolacu hoy demuestra lo que yo decía antes (…) desde el comienzo del espectáculo, que las cosas estarán en un corredor,que ya están en un corredor de transformación rápida y que su tiempo de gloria ha terminado».