Publicado: febrero 23, 2025, 5:00 am
Para practicar yoga no hay excusas, ni siquiera la edad o la falta de forma física lo son, puesto que existen muchas variedades y, dentro de ellas, diferentes maneras de ejecutarlo. Una de las posibilidades que tienen más éxito por su accesibilidad y menor dificultad es el denominado ‘chair yoga’ o yoga en silla, que se adaptaba los adultos mayores y a los principiantes, obteniendo igualmente beneficios para la salud.
Y es que el yoga es una disciplina que pretende llegar a todas las personas, sin excepción, para que puedan beneficiarse por igual de sus ventajas para la salud física, mental y emocional. Tonificar la musculatura y corregir la postura es algo que resulta especialmente necesario según vamos cumpliendo años, por lo que el yoga en silla va a convertirse en un aliado a tener en cuenta, con algunas de sus posturas más fáciles y eficaces.
¿Qué es el yoga en silla y cuáles son sus beneficios?
El yoga en silla es una variante del yoga más tradicional y accesible, que adapta las posturas básicas tradicionales para que puedan llevarse a cabo estando sentados o apoyados en una silla, sin necesidad de colocarse en el suelo, más incómodo para las personas mayores, con sobrepeso, o aquellas que tienen algún problema de movilidad.
En cuanto a las ventajas de la práctica de este deporte, se encuentran la ganancia de flexibilidad general y movilidad en las artiuclaciones, con un fortalecimiento de la musculatura de las piernas y los brazos. En cuanto a la relajación, en este caso y si se practica con asiduidad, está garantizada, después de aprender a respirar de forma consciente. La capacifdad de concentración también mejora.
Otra de las ventajas de apuntarse a este ejercicio tan recomendado por los expertos es que tiene la capacidad de mejorar la circulación sanguínea, además de regular la presión arterial, manteniendo sus cifras en los límites considerados saludables siempre y cuando no exista una enfermedad de base. Los defensores del yoga (y también en silla), aseguran que fortalece el sistema inmunitario, así como que facilita el descanso nocturno correcto. Además, el yoga en silla puede practicarse en casa tranquilamente y nos va a ayudar a sentirnos mejor.
¿Para quién está indicado el yoga en silla?
La silla utilizada en determinados ejercicios de yoga fue introducida por el maestro de yoga BKS Iyengar, y ofrece un soporte para ampliar las posibilidades de ejercicios. Esta variante se aconseja para todas aquellas personas que presentan alguna dificultad de movimiento, bien por haber sufrido una lesión o por algún tipo de enfermedad de base.
También las personas que se inician en el mundo del yoga se benefician de esta modalidad, más cómoda y sencilla, y aquellas que tienen sobrepeso u obesidad, y para las que desarrollar la actividad en el suelo puede ser una dificultad añadida insoslayable.
Los ejercicios de yoga en silla más recomendables
En primer lugar, la postura de la silla o utkatasana está recomendada para tonificar las piernas, al tiempo que fortalece la espalda y define el abdomen. Para esta asana nos colocamos de espaldas a la silla, sin calzado, sobre una esterilla y separando nuestras piernas a la anchura de las caderas. En esa posición, nos sentamos y subimos los brazos para que se coloquen en paralelo al suelo, con la espalda muy recta, y repetimos la acción varias veces.
El siguiente movimiento consiste en sentarnos con los pies apoyados en el suelo en su totalidad, bajando los hombros y colocándolos hacia atrás. Con una respiración profunda elevamos los brazos estirando el torso y manteniendo esa asana durante unos segundos, mientras seguimos con respiraciones conscientes y profundas. Bajamos nuestros brazos hasta que se junten con el cuerpo y descansamos.
Continuando con esa posición sentada con la espalda recta, colocamos la mano derecha sobre el respaldo de la silla y la izquierda sobre la pierna contraria. Al inhalar, giramos el torso hacia la derecha. Mantenemos esa posición durante varias respiraciones y relajamos, para pasar a repetir el movimiento hacia el otro lado. El objetivo es mejorar la flexibilidad de la columna vertebral.
Un remedio eficaz para aliviar tensiones
Por lo que respecta a relajar posibles tensiones estructurales, estiramos los brazos hacia delante, frente al pecho, entrelazando los dedos de ambas manos y girando las palmas hacia fuera. Con una inhalación profunda estiramos los brazos hacia delante al tiempo que subimos la barbilla. Cuando exhalamos, bajamos los brazos y relajamos los hombros, lo que repetiremos varias veces.
Para aliviar las tensiones de la espalda, colocamos la mano derecha en el lateral de la silla, y subimos el brazo izquierdo. Inhalamos, y torsionamos el cuerpo hacia el lado derecho, aguantando cinco respiraciones antes de relajar. Repetimos el movimiento hacia el otro lado, y así conseguiremos relajar las tensiones de la espalda, algo muy habitual en las personas adultas por culpa del estilo de vida.