La presidenta de la reunión, Petra Pau, anunció únicamente que la «Ley de Limitación de la Afluencia» no habÃa encontrado mayorÃa en la segunda lectura y que se omitÃa la tercera lectura, que habrÃa proporcionado una votación final. La publicación de las actas de la sesión parlamentaria arroja nueva luz sobre lo sucedido y demuestra que la CDU tenia votos suficientes para hacer aprobar la moción y que doce diputados conservadores no votaron, propiciando la derrota desde sus propias filas.
Helge Braun, Monika Grütters, Thomas Heilmann, Roderich Kiesewetter, Yvonne Magwas, MartÃn Plum, Antje Tillmann Astrid Timmermann-Fechter, Marco Wanderwitz, Sabine Weiss y Annette Widmann-Mauz no emitieron su voto y por ahora guardan silencio sobre su decisión, por lo que no es posible confirmar si actuaron en conciencia o por indicación del partido.
Merz informó después, en una intervención en el programa de televisión «Heute Journal» de la cadena ZDF, que habÃa habido un caso de enfermedad que impidió emitir un voto y otro diputado que no habÃa podido viajar. Más allá de esos dos incidentes, según Merz, «una decena» de los 196 diputados habÃan decidido de manera diferente sobre el asunto y tengo un gran respeto por ellos».
Teniendo en cuenta que el punto en el orden del dÃa del Bundestag fue aplazado porque Merz intentó negociar, incluso fuera de plazo, un apoyo a su moción de socialdemócratas y verdes, para evitar una mayorÃa parlamentaria forzada solamente con la extrema derecha, como habÃa sucedido el miércoles, es posible que la propia directiva del partido prefiriese perder la votación, en un contexto de reacciones masivas e incluso violentas a la asociación parlamentaria entre CDU y la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD).
«Una democracia debe soportar el hecho de que hay opiniones muy diferentes»
Merz consideró que el comportamiento de sus fue un «proceso completamente normal» y agregó que »la señora Merkel no tuvo ninguna influencia en esto«. En otro programa de televisión, »Brennpunkt« de la cadena ARD, respondió cuando se le preguntó si volverÃa a hacer todo como lo hizo esta semana: »SÃ. Creo que esta ha sido una semana que ha aportado aclaraciones«.
Reconoció que habÃa causado «turbulencias», pero «una democracia debe soportar el hecho de que hay opiniones muy diferentes sobre un tema tan importante y creo que, especialmente antes de unas elecciones federales, los ciudadanos tienen derecho a saber quién quiere un cambio real en la polÃtica de inmigración y quién no«.
El pasado jueves, después de que CDU y AfD hubieran sumado votos en el parlamento alemán, para aprobar dos mociones de endurecimiento de la polÃtica migratoria, unos cincuenta enmascarados asaltaron una oficina de la CDU en BerlÃn-Charlottenburg y amedrentaron a sus empleados, que ni siquiera eran militantes.
Los tacharon de «nazis», al tiempo que causaban destrozos en el mobiliario, según han relatado los afectados. Brotes violentos como este se han repetido en varias oficinas repartidas por el territorio alemán, aunque se trata de hechos aislados. La mayor parte de las protestas, multitudinarias, están siendo pacÃficas. En la de esta tarde en BerlÃn se esperan unas 20.000 personas y la gran afluencia a las distintas convocatorias podrÃa hacer pensar que la CDU ha cometido un grave error de estrategia, movilizando gran cantidad de voto en contra a sólo cuatro semanas de las elecciones del 23 de febrero.
Las primeras encuestas que recojan el efecto en la intención de voto se publicarán el domingo, pero de momento lo que si dicen los sondeos es que dos de cada tres ciudadanos, el 68 por ciento, creen que Alemania deberÃa recibir menos refugiados de los que ha recibido hasta ahora, un porcentaje que no ha dejado de aumentar en los últimos diez años.
Scholz, aliviado
El canciller Olaf Scholz, por su parte, se ha mostrado «aliviado» tras el fracaso de la votación y está «seguro de que muchos otros piensan lo mismo. Porque no debemos permitir que nos dividan», ha escrito en su cuenta de X.
«Cualquiera que haga causa común con la extrema derecha capitula ante los extremistas. Les deja marcar el ritmo… Las burlas de los diputados de AfD en el Bundestag, me parecieron insoportables». Scholz lamenta que esta semana parlamentaria «se haya roto algo muy valioso: el consenso de todos los demócratas que ha existido desde la fundación de la República Federal.
Nunca hacemos causa común con la extrema derecha en nuestros parlamentos, realmente nunca«. Y ha sentenciado que »cualquiera que se acerque a la extrema derecha una sóla vez los hace socialmente aceptables y, por lo tanto, también el veneno que han estado arrojando en nuestro paÃs durante años«.