Los aranceles de Trump auguran otro año de caída del PIB en Cuba - Chile
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Los aranceles de Trump auguran otro año de caída del PIB en Cuba

Publicado: junio 9, 2025, 12:22 pm

La incertidumbre económica mundial creada por los aranceles impuestos por la Administración Trump ha obligado a reducir la previsión de crecimiento del PIB de América Latina y el Caribe en 0,4 puntos porcentuales para este año. Aunque habrá algunos países más perjudicados por su mayor interacción con Estados Unidos, como es el caso de México, los números rojos se darán solo en Cuba, Venezuela y Haití, según la estimación realizada por la Cepal, comisión económica de la ONU para la región.

En Cuba la situación de emergencia en múltiples frentes –apagones eléctricos e insuficiencia energética, malas cosechas y escasez de alimentos, alta inflación (entre el 30% y el 40% en los últimos tres años)– no da tregua al Gobierno de Miguel Díaz-Canel, que desde la semana pasada está además afrontando las quejas por el aumento del precio del servicio de internet. La medida ha irritado a los universitarios, cuya movilización política es siempre un motivo de preocupación para el régimen.

Después de que la economía cubana cayera un 1% en 2023 y otro 1% en 2024, de acuerdo con la Cepal (el Gobierno de La Habana, poco transparente en sus números, ha manejado incluso peores cifras), esta comisión consideró que el PIB de la isla podría estabilizarse en 2025, con un descenso de solo un 0,1%. Pero tras el anuncio de Donald Trump de aplicar aranceles a todos los productos importados, en porcentaje variable según el país de origen, la Cepal estima ahora que el PIB cubano puede caer este año un 0,4%. Con ello, viene a dar por seguro para 2025 otro hundimiento de la economía cubana.

El comercio entre Estados Unidos y Cuba es mínimo, por el embargo que desde hace décadas aplica Washington, pero el peor clima económico general y las dificultades de ahorro que pueden sufrir los estadounidenses, que afectarían a las remesas que llegan a la isla, apuntan a ese impacto.

Ya en su peor momento económico desde la revolución castrista, con mayores consecuencias sociales incluso que durante el «periodo especial» registrado tras la caída de la URSS y el fin de las subvenciones de esta, el Gobierno de Miguel Díaz-Canel está intentando rascar los bolsillos de los empobrecidos isleños y de sus familiares en el exterior. El Gobierno se declara obligado a «restricciones financieras» y busca ingresos en los ahorros ciudadanos.

El 30 de mayo, ETECSA, la empresa de telecomunicaciones nacional –la única existente en el país–, anunció un aumento del precio del servicio de internet: 6 gigas mensuales costarán 360 pesos; quien necesite mayor capacidad deberá pagar 3.660 pesos por 3 gigas extra y 11.760 pesos por 15 gigas adicionales. Se trata de precios desorbitados en un país donde el salario mínimo mensual es de 2.100 pesos y el salario medio, de 5.700 pesos. El Gobierno pide que los mayores paquetes se paguen en dólares, confiando en que sean cubiertos por familiares residentes en Estados Unido u otros países, y así de paso aliviar la importante escasez de divisas.

Enseguida se extendieron las protestas a varios centros universitarios de Cuba, como la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría y la Universidad de Holguín. Han sido los estudiantes de Derecho de esta última universidad los que han llegado más lejos, presentando una demanda contra ETECSA por incumplimiento de los términos de contrato, al no sujetarse a la obligación de informar del cambio de tarifas con treinta días de antelación. También denuncian un ataque a los derechos educativos y al principio de igualdad. La empresa ha sugerido la posibilidad de un trato singular a los centros educativos, pero esto no satisface las demandas estudiantiles.

El Gobierno reconoce que el 50% de los cubanos se verá limitado financieramente en su acceso a internet. Esto podría beneficiar al régimen por el menor tiempo de uso de las redes para acceder a información y para la difusión de mensajes, aunque supone acumular otra capa de descontento en una población ya especialmente castigada. El malestar estudiantil reviste cierto peligro para el castrismo, si bien de momento las reivindicaciones han cuidado no tomar un cariz político.

Related Articles