Publicado: septiembre 26, 2025, 10:29 am

La condena de Nicolas Sarkozy a cinco años de cárcel, culpable del delito de asociación de malhechores, se ha transformado en un terremoto jurídico y político que afecta a todas las instituciones del Estado y la clase política nacional.
Primer «afectado» por la gran crisis … de fondo, Emmanuel Macron, presidente de la República, jefe del Estado.
Según el artículo 17 de la Constitución de la V República, «el presidente de la República de conceder su gracia a título personal». Ese Derecho de Gracia «puede definirse como la potestad de unos órganos en cuya virtud pueden beneficiar discrecionalmente a los individuos respecto de las consecuencias desfavorables que les acarrea la aplicación de las normas».
Los abogados de Sarkozy, varias personalidades políticas, algunos diputados y senadores sugieren que Macron «puede» ejercer ese derecho, único, excepcional, para evitar que Sarkozy vaya a prisión.
¿Lo hará? No está claro
Según el modelo jurídico francés, la gracia presidencial solo es posible cuando la sentencia es definitiva. Macron podría indultar o conceder su gracia por su última condena. Pero quedan otros procesos en curso de instrucción y juicio. La gracia de Macron, durante los próximos días, no impediría otros procesos, complicando el caso de manera jurídica e institucional. Solo el presidente puede responder a tan graves dudas existenciales.
El Correccional parisino ha acompañado su condena con el calificativo de «delito diferido». Ese concepto judicial francés ofrece al condenado cuatro semanas para «organizar su nueva vida», presentar recursos, tomar las medidas personales o judiciales que estime oportunas. Tras esa «pausa» propia del derecho francés, Sarkozy ha sido convocado el próximo 13 de octubre para conocer la fecha y el lugar exacto de su encarcelamiento, si no se producen cambios imprevistos e imprevisibles.
Sarkozy y sus abogados tienen dos semanas para intentar evitar la prisión, avanzando posibles recursos ante la justicia europea.
En un terreno político y jurídico, a un tiempo, la condena y ejecución de la sentencia afecta de manera vital y capital a Marine Le Pen, presidenta de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), primer partido de Francia, condenada a primeros de año a cinco años de inhabilitación y cuatro años de cárcel, por el delito de extorsión de fondos al Parlamento Europeo.
Le Pen ha conseguido aplazar la aplicación de la sentencia, presentando varios recursos. El antecedente de Sarkozy puede ser trágico y fatal para ella. De ahí, su crítica radical contra el Tribunal que ha condenado a Sarkozy, abriendo un precedente excepcional.
Mientras toda la clase política utiliza la condena del ex presidente como arma política arrojadiza y envenenada, el sistema penitenciario de preparación a la posible entrada en prisión de Sarkozy.
Según varias fuentes judiciales, el ex presidente podría ser encarcelado en la prisión parisina de La Santé, una de las prisiones más famosas de Francia, recientemente «modernizada» para recibir reclusos «de prestigio».
Si se confirmase la prisión de Sarkozy, agotadas todas sus esperanzas, el ex presidente podría ser encerrado en una célula «especial», muy aislada, de la cárcel de La Santé, que tiene un puesto muy particular en la historia de la cultura española; fue inmortalizada en varias novelas de Pío Baroja, uno de los maestros capitales de la Generación del 98, contando historias de anarquistas y revolucionarios españoles encarcelados en esa prisión un siglo antes que Nicolas Sarkozy.
