Publicado: abril 10, 2025, 6:16 pm
El fútbol español vuelve a estar en el foco por un presunto caso de agresión sexual. Se trata de la denuncia presentada por una empleada del RCD Espanyol contra el futbolista Álvaro Aguado por unos hechos que habrían ocurrido en la discoteca Opium de Barcelona el pasado 23 de junio de 2024 durante la celebración del ascenso a Primera División.
El caso trascendió el pasado martes 8 de marzo, cuando salió a la luz que el futbolista está en el centro de una investigación judicial a raíz de la demanda presentada por la denunciante meses después de los hechos. Con el paso de los días se han ido conociendo muchos detalles de un caso repleto de aristas. Esto es lo que se conoce hasta ahora:
La denuncia de la presunta víctima
El caso parte a raíz de la denuncia presentada en enero de este 2025 por la presunta víctima, una fisioterapeuta del Espanyol presente en la discoteca Opium de Barcelona la noche del 23 de junio de 2024 donde se celebró la fiesta del ascenso.
En dicha denuncia que dio pie al inicio de la investigación policial, la empleada del club perico detalló el presunto momento en el que fue violada por el futbolista en los lavabos de un espacio de la discoteca reservado exclusivamente para dicha celebración.
El miedo a perder el trabajo y la falta de fuerza para enfrentarse a un caso así habrían sido los motivos que llevaron a la presunta víctima a mantener lo ocurrido en silencio hasta seis meses después.
Una investigación lastrada por la falta de pruebas
Los Mossos arrancaron una investigación de los hechos a raíz de la denuncia, un proceso complejo debido al largo margen de tiempo transcurrido entre el 23 de junio de 2024 y la presentación de la denuncia en enero de 2025.
Opium no pudo responder a la petición de las autoridades de entregar las imágenes del interior de la discoteca, pues el borrado periódico ya había fulminado esa prueba. Tampoco pudieron recabar información de los lavabos, tal y como sí se hizo en el famoso caso de Dani Alves en el que la víctima avisó a la policía y se sometió a un examen médico inmediatamente después de lo ocurrido.
Son las imágenes del exterior, las que hayan podido registrar cámaras de la zona y que no hayan sido borradas, las que pueden dar pistas a un caso sin punto de partida.
El jugador niega los hechos… y su entorno habla
Pese a que no ha habido pronunciamiento oficial alguno, el entorno del futbolista asegura que el jugador perico niega todos los hechos presuntamente ocurridos esa noche. Eso sí, más lejos ha llegado una persona cercana a Álvaro Aguado, que ha ofrecido una extensa explicación del momento que vive el futbolista en declaraciones a El Español.
Esta persona de confianza del futbolista fue la que desveló que la denunciante era una fisioterapeuta que ni siquiera «gente que trabaja dentro del club sabe bien quién es», asevera.
«A los jugadores les han dicho que no hablen del tema», añade este contacto que informa, además, de que el club no ha tomado medida disciplinaria alguna contra el jugador.
Por último, añadió que «el día de la fiesta nadie notó nada raro ni al día siguiente» y que, aunque ya hay quien «lo compara con Alves», en el caso del brasileño «sí que había imágenes y la víctima habló y dijo lo que había pasado, pero es que aquí no se sabe nada de nada».
Silencio oficial del club
Por su parte, el Espanyol ha evitado pronunciarse públicamente sobre la investigación policial, y mantiene a priori su vinculación habitual con el futbolista, dada su condición de investigado, no de acusado. El club se aferra a la presunción de inocencia de un jugador que salió de suplente en el último encuentro de los pericos, el pasado viernes ante el Rayo Vallecano. Aguado declarará ante la Justicia el próximo mes de mayo.
El motivo parece claro: ambos implicados forman parte del club y el equipo prefiere mantener una posición neutral. Además, tal y como añade esa fuente cercana al jugador y al equipo a El Español, «el club lo que está esperando es que el jugador acabe el contrato porque se le acaba este año y ya no renovará. Le quedan dos meses aquí».
A lo qeu suma: «Si fuera un jugador que tiene un contrato por 4 años, pues aquí tienes qué (tomar medidas), pero como el jugador se va a ir, además que no está jugando últimamente, no es de los jugadores destacados, pues yo creo que lo quieren hacer es que pase el tiempo, se vaya y al final ya será problema suyo», zanja sobre un caso ya en manos de los tribunales y con muchas aristas abiertas.