Publicado: septiembre 3, 2025, 2:22 am

François Bayrou, primer ministro francés, terminó este martes su «diálogo» con todas las fuerzas polÃticas parlamentarias con un éxito nulo, corriendo el riesgo de transformar una crisis polÃtica sin precedentes en una crisis institucional, una crisis del régimen, vÃctima del comportamiento irresponsable y … suicida del jefe del Estado, Emmanuel Macron, agravada por su jefe de Gobierno.
El diálogo comenzó con dos fracasos anunciados. La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda) se negó a dialogar, pidiendo la dimisión rápida del jefe de Gobierno. El PCF, por su parte, insistió en el mismo rechazo. La izquierda de la izquierda votará la censura el próximo dÃa 8, rechazando la confianza pedida por el primer ministro.
En la mañana de este martes, Marine Le Pen, fundadora de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha) aceptó entrevistarse con Bayrou, para darle un doloroso «tirón de orejas»: «Quiero una disolución ultrarrápida de la Asamblea Nacional. Quiero que Bayrou se largue».
Le Pen se entrevistó con Bayrou acompañada del presidente de su partido, Jordan Bardella, que hizo un balance muy negro del encuentro: «No se ha producido ningún milagro. Estamos en total desacuerdo con las orientaciones presentadas por el primer ministro», advirtió. Marine Le Pen explicó su rechazo absoluto por estas razones: «El señor Bayrou tuvo julio y agosto para hacer consultas. Pero prefirió largarse de vacaciones y gastar 40.000 euros en reformar su despacho personal en la alcaldÃa de Pau. 40.000 euros, en plena crisis presupuestaria nacional. De vuelta de las vacaciones, Bayrou ha tomado la decisión de instalarse en un sillón eyectable. Por nuestra parte, pedimos una disolución ultrarrápida de la Asamblea Nacional, para que una nueva mayorÃa parlamentaria pueda construir un presupuesto para el Estado, acorde con los deseos de los franceses».
Según todos los sondeos, el de Le Pen es hoy el primer partido parlamentario, el más votado por los obreros. La extrema derecha francesa tiene más intención de voto que todos los partidos de izquierda juntos. En caso de elecciones anticipadas, la extrema derecha podrÃa tener una mayorÃa parlamentaria, absoluta y estable, por vez primera en la historia polÃtica de Francia.
Antes de que Bayrou se entrevistase por la tarde con varios lÃderes de centro y derecha tradicional, Nicolas Sarkozy, patriarca del conservadurismo tradicional y fundador de Los Republicanos (LR), decidió intervenir en el debate público, estimando que Francia vive una crisis polÃtica e institucional sin precedentes. «Ante esa realidad, dramática, solo hay una solución: disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones anticipadas», declaró Sarkozy al conservador ‘Le Figaro’, agregando: «El año pasado, el presidente Macron tomó la decisión catastrófica de convocar elecciones anticipadas, cuando no era necesario. Ahora, su jefe de Gobierno ha precipitado una suerte de suicidio polÃtico: pedir un voto de confianza cuando la sociedad y los partidos polÃticos están convencidos de que Macron y su jefe de Gobierno son culpables del desastre en curso. Ante esa realidad, solo cabe disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones anticipadas…».
Dimisión de Macron
A Sarkozy no se le oculta que la celebración de elecciones anticipadas puede ser una gran victoria para el partido de Le Pen, que podrÃa conseguir una mayorÃa relativa muy grande o una mayorÃa absoluta sin precedentes. Ante esa eventualidad, la inmensa mayorÃa de los lÃderes, partidos y medios sugieren la dimisión de Macron.
Expresidente de la República, Sarkozy estima que esa solución crearÃa más incertidumbre y sugiere una posible cohabitación entre Le Pen y Macron hasta 2027, cuando deben celebrarse oficialmente las próximas elecciones presidenciales. A su juicio, esa eventual e inflamable cohabitación de Macron con un hipotético Gobierno de extrema derecha es «mejor» y «más deseable» que la formación de un nuevo Gobierno formado por centristas, conservadores moderados y socialistas, como se «teme» que proyecte el jefe del Estado.
Bayrou aún recibió este martes a dirigentes conservadores, como sus ministros de Justicia (Gérald Darmanin, antiguo portavoz de Sarkozy) e Interior (Bruno Retailleau, lÃder de Los Republicanos, el partido de Sarkozy). Ambos fingen creer que podrÃan entenderse con algunos socialistas moderados para formar una hipotética coalición gubernamental. En el PS se cultiva la esperanza de un posible entendimiento con Marcon. Ilusión que denuncian la extrema izquierda, el PCF y los ecologistas.
Ante la caótica crisis polÃtica, la más grave de la historia de la V República, los mejores y más serenos analistas polÃticos e institucionales, hacen un balance catastrófico de la situación.
Marie-Pierre de Bailliencourt, directora del Instituto Montaigne (‘think-thank’ liberal), presenta asà las perspectivas de Francia: «Se ha roto el pacto moral de los franceses con las instituciones. De eso no hay duda. El futuro se anuncia muy negro, si no se toman medida urgente y se evita la agravación del caos». Y agrega: «Si se proyecta, cara al futuro, el comportamiento nacional, del Estado y los polÃticos, se llega a una conclusión muy simple: nuestro modelo no es viable. Debemos buscar alternativa. Todos los indicadores están al rojo. Los franceses parece que han dejado de creer en su futuro. Temen ser un pueblo sin futuro. Debemos reinventarnos».
Nicolas Baverez, discÃpulo de Raymond Aron, patriarca del pensamiento liberal francés, fue el primero en denunciar el riesgo de «decadencia» de Francia. Hoy hace este análisis: «La caÃda programada de François Bayrou ilustra trágicamente la irresponsabilidad ilimitada que se ha apoderado del sistema polÃtico francés». Baverez culpa a Macron, en bastante medida, de la crisis en curso: «Es el primer responsable del naufragio. Como todos los demagogos, ha transformado nuestro paÃs en un campo de ruinas. Ha conseguido amenazar las instituciones de la V República, que nos parecÃan indestructibles».
Una nueva Administración
La salida que sueña Macron: gobernar con centristas, conservadores y socialistas
Se presta a Emmanuel Macron la intención de formar un gobierno con centristas, conservadores y socialistas reformistas, si la Asamblea Nacional rechaza la confianza a su primer ministro. En caso de que Bayrou dimita, Macron tiene dos alternativas: convocar elecciones anticipadas, como pide la mayorÃa de partidos, o intentar formar otro gobierno, que se presentarÃa ante la Asamblea semanas o meses más tarde. Agrupación Nacional (extrema derecha), es el primer partido de Francia, pero no tiene mayorÃa para gobernar en solitario, y Macron no desea que gobierne Le Pen. No es evidente que un gobierno de centristas, conservadores y socialistas sea más «sólido» que los de Bayrou y Michel Barnier, censurado en 2024 sin presentar presupuestos.