Publicado: marzo 11, 2025, 2:40 pm
Los pacientes con VIH que tienen dificultades para tomar diariamente su tratamiento pueden beneficiarse de tratamientos inyectables de acción prolongada. La estrategia también podría ayudar a detener la propagación del VIH al evitar que más personas puedan transmitir el virus ya que se ha demostrado que si la carga vírica del VIH, es decir, el número de copias del virus en sangre, es indetectable no se puede transmitir el VIH. En 2021, EE.UU. aprobó el primer medicamento antirretroviral de acción prolongada (LA-ART) inyectable, que es una combinación de cabotegravir de acción prolongada y rilpivirina. Pero solo lo aprobaron para personas con VIH que ya tenían sus infecciones bajo control con pastillas. El equipo de la Universidad de California-San Francisco (UCSF) quería saber si esta terapia funcionaría para aquellas personas que no podían controlar la infección con los fármacos, ya sea porque tenían problemas para tragar o recordar, o porque no tenían un lugar donde vivir y enfrentaban otros desafíos de la vida, como el trastorno por uso de sustancias. Los investigadores evaluaron datos de 370 pacientes del Programa SPLASH del Hospital General Zuckerberg de San Francisco entre enero de 2021 y septiembre de 2024. De estos, 129 tenían carga viral detectable al comenzar con la medicación inyectable y 241 no. Tras 11 meses, el 99% de los pacientes que iniciaron el tratamiento con supresión viral mantuvieron el VIH indetectable. Similarmente, el 98% del grupo que empezó las inyecciones sin control viral logró la supresión viral durante ese tiempo. Los investigadores trataron a estos pacientes con i nyecciones mensuales o bimensuales y compararon sus cargas virales con otros pacientes que tenían sus cargas virales controladas con medicación oral antes de comenzar la terapia inyectable contra el VIH. Más del 98% de los participantes en ambos grupos tenían lo que se conoce como «supresión viral», o niveles indetectables de VIH, después de 48 semanas. Es la comparación más grande y más larga de este tipo. El artículo se publica en la revista ‘ JAMA ‘. La investigación confirma que estas terapias inyectables podrían ser efectivas para detener la propagación del VIH. «Hemos tenido personas que lucharon durante años y cuando les tratamos con estas inyecciones, es como magia. Es emocionante ver el éxito en la población que más nos preocupa», señala Matthew Spinelli, primer autor del artículo. En España, desde 2023 la Seguridad Social financia un medicamento para que los pacientes con VIH reciban seis pinchazos al año y no tengan que preocuparse de tomar una pastilla diaria.
