Publicado: noviembre 19, 2025, 6:20 pm

El jefe de la agencia nuclear de la ONU, Rafael Grossi, ha reiterado este miércoles su petición a Irán para que permita inspecciones en instalaciones nucleares clave atacadas por Israel y Estados Unidos en junio.
Las tensiones entre Irán y la Agencia Internacional de … Energía Atómica (OIEA) se han recrudecido en repetidas ocasiones en los últimos años y se agravaron aún más tras la guerra de 12 días que tuvo lugar en junio, en la que Israel y Estados Unidos lanzaron ataques contra zonas nucleares clave de Irán.
Desde la guerra, los inspectores de la agencia no han podido acceder a instalaciones como Fordo y Natanz, que fueron alcanzadas por los ataques, pero sí han podido visitar otras.
«Hemos realizado varias inspecciones, pero no hemos podido ir a los lugares atacados. Espero que podamos hacerlo. De hecho, tenemos que ir porque forma parte de los compromisos de Irán», ha señalado a los periodistas Grossi, tras inaugurar la reunión ordinaria de la junta directiva de la agencia con sede en Viena. «Espero que podamos avanzar de manera constructiva», ha asegurado.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, ha rechazado este miércoles cualquier cooperación con el OIEA en relación «con los lugares bombardeados».
«Solo cooperamos en lo que respecta a las instalaciones nucleares que no se han visto afectadas, de conformidad con la normativa del OIEA», ha declarado en Telegram.
Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos han presentado al consejo un proyecto de resolución, al que ha tenido acceso la AFP este miércoles, en el que instan a Irán a «cooperar plenamente» con el OIEA. También pide a Irán que proporcione «el acceso que solicita la agencia».
«Acción provocadora»
En una declaración conjunta a la que ha tenido acceso la AFP, los representantes de ocho países en el consejo, entre ellos Irán, China y Rusia, han advertido este miércoles contra la adopción de cualquier nueva resolución que «ponga en peligro el impulso cooperativo y el clima político constructivo» que han caracterizado las recientes interacciones entre Irán y la Agencia. Así, de tomar esta decisión, la considerarían como una «acción provocadora».
Las autoridades iraníes habían advertido contra la adopción de una resolución contra Irán, y el viceministro de Asuntos Exteriores, Kazem Gharibabadi, afirmó este domingo que obligaría a su país a «llevar a cabo una revisión fundamental» de sus relaciones con la agencia. Grossi ha señalado este miércoles que no sería «lógico» que una resolución provocara una menor cooperación con su agencia.
La semana pasada, el OIEA pidió a Irán que le permitiera verificar sus reservas de uranio enriquecido, especialmente sus sensibles reservas de uranio altamente enriquecido, que «llevaban mucho tiempo pendientes», según un informe confidencial al que ha tenido acceso la AFP.
«El consenso, que también ha sido confirmado por el Gobierno iraní, es que las reservas de uranio enriquecido siguen ahí, por lo que tenemos que comprobarlo», ha apuntado Grossi.
Tras la guerra de junio, Teherán suspendió su cooperación con el OIEA y restringió el acceso de los inspectores del organismo a los lugares bombardeados, acusándolo de parcialidad y de no condenar los ataques.
Araghchi afirmó el domingo que actualmente «no se está llevando a cabo ningún enriquecimiento» debido a que las instalaciones resultaron dañadas durante la guerra con Israel y que el país no cuenta con instalaciones de enriquecimiento de uranio no declaradas.
Esta afirmación se produjo después de que los medios de comunicación estadounidenses informaran de que Irán había acelerado la construcción de una instalación nuclear subterránea secreta llamada «Pickaxe Mountain» (Montaña Pico), o Kuh-e Kolang, cerca de sus instalaciones de Natanz.
