Publicado: mayo 19, 2025, 6:28 am
La higiene bucodental es un pilar fundamental en la prevención de las dos enfermedades orales más prevalentes: la caries y la enfermedad periodontal. Sin embargo, un 6 por ciento de la población española no se cepilla, y un preocupante 20 por ciento sólo lo hace una vez al día. Peor aún: uno de cada cuatro ciudadanos adultos no mantiene los hábitos básicos de higiene bucodental, según datos que revela el Consejo General de Dentistas de España.
Que la manera en la que cepillamos nuestros dientes, así como el tiempo que empleamos en ello y todos los pasos que debemos seguir es fundamental, es algo que a nadie se le escapa, y que los expertos en odontología repiten hasta la saciedad: dos minutos de cepillado (preferiblemente eléctrico) divididos en cuatro partes de la boca, el uso de seda dental para eliminar los restos de comida, y la limpieza de las zonas interdentales para proteger el esmalte de la placa son las medidas principales, que pueden completarse con un enjuague apropiado. Pero, ¿y si el cepillado correcto no fuera suficiente a la hora de hablar de higiene dental completa?
El lugar en el que colocamos el cepillo, fundamental
La odontóloga Lucía Baquero, ortodoncista y odontopediatra, publica en sus redes sociales un vídeo explicativo en el que recomienda un cepillado correcto, pero sobre todo evitar tres gestos muy comunes que pueden dar al traste con una correcta higiene dental.
En primer lugar, es fundamental tener mucho cuidado con el lugar en el que colocamos nuestro cepillo de dientes en el baño: nunca, bajo ningún concepto, la experta recomienda hacerlo cerca del inodoro. ¿La razón? «Dejar el cepillo cerca del wáter es un riesgo innecesario, puesto que las micropartículas que se generan al tirar de la cadena pueden viajar hasta un metro y medio de distancia. Por eso, recomiendo dejar el cepillo lo más lejos posible, para que no se contamine».
Y es que los cepillos dentales pueden atraer comunidades microbianas del ambiente circundante en el que están situados, y el baño es un lugar especialmente rico en gérmenes. Cuidado también con manipularlos con las manos sucias, algo muy habitual a lo que no solemos prestar atención.
Los palillos mondadientes, cuanto más lejos… mejor
Otro gesto inadecuado y de uso común en nuestro país es utilizar un palillo para eliminar los restos de comida de los espacios interdentales. Nada más inadecuado para mantener la salud bucodental según la odontóloga, puesto que puede resultar incluso peligroso. «Nunca usaría palillos de madera para limpiar entre los dientes, puesto que podemos erosionar las encías. Mucho mejor es optar por cepillos interdentales», suavemente y sin apretar mucho para no retraer las encías.
Los cepillos interdentales deben ser ligeros y suaves para eliminar los restos de comida de una manera natural, sin forzar ni dañar las encías. Si utilizamos estos instrumentos de limpieza dental con demasiada fuerza, podríamos ocasionar sangrado y daños irreparables en la retracción de las encías, por lo que deben utilizarse con cuidado. Mejor aún, según los dentistas, es la seda dental.
¿Hay que tapar las cerdas del cepillo de dientes, o mejor dejarlas al aire?
La experta, en este tercer punto que considera importante destacar en sus redes sociales, habla de «dejar que el cepillo de dientes se seque siempre al aire, sin ponerle la tapa a excepción del momento en el que nos lo llevemos de viaje». En la mayoría de las ocasiones, pensamos que tapándolo estamos preservando el cepillo de los gérmenes del ambiente, cuando en realidad es todo lo contrario.
La doctora Baquero desaconseja tapar el cepillo de dientes puesto que la humedad hace que empeore la proliferación bacteriana de todo tipo, que después vamos a llevarnos a la boca, foco de entrada de numerosas enfermedades bucodentales. Lo mejor será siempre lavar bien el cepillo después del lavado de dientes, y dejar que se seque en posición vertical, alejado del inodoro.