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La nueva guerra comercial de Trump: los aranceles como arma coercitiva contra aliados

Publicado: febrero 2, 2025, 7:16 pm

La guerra comercial iniciada por Donald Trump contra sus tres principales socios comerciales ya es una batalla abierta, con una respuesta con medidas similares de los países afectados: Canadá -que ya ha detallado su represalia-, México y China. Y es también una confirmación de que el nuevo presidente de EE.UU. va utilizar los aranceles no solo como una medida de política comercial, sino también como arma central de su política exterior. Y no tanto contra sus grandes rivales globales, a quienes sus aranceles pueden dañar menos, sino contra sus socios tradicionales. El siguiente en la lista podría ser la Unión Europea, que, según Trump dijo esta misma semana, «nos ha tratado muy mal».

La Casa Blanca anunció el sábado por la tarde la primera andanada de su guerra comercial: aranceles del 25% a México y Canadá (con la excepción de los productos energéticos canadienses, como el petróleo, que estarán gravados con un 10%) y del 10% a China.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, fue quien ofreció una respuesta más contundente y concreta: impondrá aranceles también del 25% a las importaciones de EE.UU.

Trudeau detalló que se aplicarán sobre importaciones por valor de 106.000 millones de dólares y se hará en dos tramos: desde el martes, el día en el que entran en vigor las medidas de Trump, para los primeros 21.000 millones en productos estadounidenses; y los restantes 85.000 millones dentro de tres semanas, para permitir que las cadenas de suministro canadiense se adapten a la guerra comercial.

Trudeau, fuera de la política en primavera

Trudeau, que dejará el Gobierno esta primavera tras perder la confianza del Parlamento y de su propio partido, interpeló de forma directa a los ciudadanos estadounidenses, a quienes recordó que la guerra comercial de Trump les perjudica tanto a ellos como a los canadienses.

Los aranceles «ponen vuestros empleos en peligro, pueden cerrar las plantas de fabricación de coches estadounidenses y otras factorías manufactureras, subirán vuestros costes, también los de la compra en el supermercado y la gasolina», les dijo antes de recordar la historia compartida de dos países vecinos, amigos y aliados. «Desde las playas de Normandía a las montañas de la península de Corea, desde los campos de Flandes a las calles de Kandahar, hemos peleado y muerto a vuestro lado», les recordó con emoción,

Trudeau explicó que los aranceles canadienses atacarán sectores específicos de la economía estadounidense, como los productores de cerveza, vino y ‘bourbon’, además de frutas y zumos, lo que tendrá un impacto especial en estados republicanos, de Kentucky a Florida.

El primer ministro aseguró que ha tratado de hablar con Trump en los últimos días, pero que el presidente de EE.UU. no ha querido ponerse al teléfono. «Nosotros no queríamos esto, pero no nos echaremos atrás», aseguró.

Entrada de la droga

Trump ha justificado la imposición de aranceles por la entrada de droga -en especial, el peligroso fentanilo- en EE.UU. a través de las fronteras con sus vecinos, por la inmigración masiva de indocumentados y por el déficit comercial que sufre la primera potencia mundial con estos socios.

En el caso de México, ha defendido que el Gobierno del vecino del sur tiene una relación «intolerable» con los cárteles de la droga. La presidenta del país, Claudia Sheinbaum, rechazó que su administración tenga alianzas con el crimen e instruyó a la Secretaría de Economía a implementar medidas arancelarias y no arancelarias contra EE.UU., informa Milton Merlo desde Ciudad de México.

«Rechazamos categóricamente la calumnia que hace la Casa Blanca al Gobierno de México de tener alianzas con organizaciones criminales, así como cualquier intención injerencista en nuestro territorio», añadió Sheinbaum, que no especificó cuáles serán las medidas de represalia que tomará su Gobierno contra EE.UU. Lo más probable, como ya hizo México en 2018 en la anterior guerra comercial de Trump, es que ataque sectores económicas políticamente sensibles, para los republicanos, como va a hacer Canadá.

Respuesta de Trump

Está por ver cómo responde Trump a estas represalias. Sus órdenes ejecutivas con aranceles incluyen una cláusula por la que las tasas se elevarán de forma automática si los países afectados responden con sus propias medidas punitivas.

De momento, en plena conmoción en Canadá y México por los aranceles, se ha centrado en defender las medidas y advertir de que no habrá marcha atrás. «Vamos a dejar de ser el ‘país estúpido’», proclamó en una diatriba en su red social, Truth Social, llena de letras mayúsculas. Allí defendió, como ha hecho siempre, que países como Canadá, México y China llevan «décadas timando a EE.UU.» en asuntos como «comercio, crimen y drogas venenosas que permiten que lleguen a EE.UU. ¡Esos días se han acabado!».

Los aranceles han sido criticados con fuerza por los demócratas, con advertencias del impacto que tendrá en los precios para los estadounidenses y en la dinámica con los países amigos. Algunos republicanos, como el senador Rand Paul, también se han mostrado en contra, pero la mayoría de los aliados de Trump en el Congreso prefieren por el momento mirar hacia otro lado.

Trump defendió que las críticas vienen del ‘lobby de los aranceles’ y mencionó de forma específica al «globalista, y siempre equivocado, ‘The Wall Street Journal’», en referencia al principal diario financiero de EE.UU., con gran ascendencia en la América corporativa y conservadora. En la víspera, el diario publicó un editorial destructivo: su título era ‘La guerra comercial más estúpida de la historia’ y advertía de los problemas que puede implicar para EE.UU. los aranceles, que puede traer mayor inflación -después de un periodo de precios desbocados con Joe Biden, que solo se corrigió al final de su mandado- y un impacto en sectores industriales, como la automoción, intrincados en las tres economías de Norteamérica.

El presidente de EE.UU. reconoció que la guerra comercial con los vecinos y con China causará «algo de dolor», pero que «el precio que hay pagar lo valdrá» y que el país, con él al volante, está siendo gestionado «con sentido común».

Aumento de la inflación

Según una estimación del Peterson Institute, los aranceles podrían elevar la inflación de EE.UU. -que se ha corregido hasta el 2,9%, pero que todavia tiene que bajar hasta el 2% que marca el objetivo de la Reserva Federal- en 0,54 puntos. Pero Canadá y México, que dependen mucho del comercio con la primera potencia mundial, se llevarán un impacto mucho mayor: lo más probable es que sus economías entren en recesión, con una caída del PIB del 3% y 2%, respectivamente, según Capital Economics. Y sus divisas, el peso y el dólar canadiense, se devaluarán con fuerza.

Trump también ha aprovechado la guerra comercial con Canadá para recuperar sus ansias expansionistas hacia el vecino del norte. «Sin este subsidio masivo», añadió en referencia a la balanza comercial negativa, «Canadá deja de existir como país viable. ¡Es duro pero es verdad! Por eso, Canadá debería convertirse en nuestro querido estado 51º. Muchos menos impuestos, mucha mejor protección militar para la gente de Canadá, ¡y sin aranceles!».

No es la primera vez que Trump usa los aranceles en su incipiente segundo mandato para conseguir objetivos de política exterior. Ocurrió la semana pasada con Colombia y la negativa de su presidente, Gustavo Petro, a aceptar vuelos de deportación en aviones militares. La amenaza de aranceles del 100% le hizo cambiar de opinión rápidamente. Y podría ser la misma táctica que Trump use pronto con otros aliados: desde el aumento del gasto de Defensa en la Unión Europea a su ansiada compra de Groenlandia, que es soberanía de Dinamarca.

Desde China, su Ministerio de Comercio también criticó con fuerza la imposición de aranceles del 10% a las exportaciones que vayan a EE.UU. En un comunicado, su portavoz aseguró que China «tomará las respuestas correspondientes para salvaguardar con firmeza sus derechos e intereses». Además, el país interpondrá una queja ante la Organización Mundial del Comercio.

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