Publicado: marzo 16, 2025, 10:36 am
La demencia en sus distintas manifestaciones, como el alzhéimer, es uno de los principales problemas de salud actuales, sobre todo con personas mayores, ya que no tiene cura y solo podemos retrasarla o evitarla.
Pero ahora, una nueva investigación sugiere que comer de forma saludable en algún momento de la vida podría ayudar a prevenir esta enfermedad.
Según científicos de la Universidad de Oxford, mantener una dieta equilibrada entre los 50 y los 60 años puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar demencia en etapas posteriores de la vida.
Así, la investigación, publicada en JAMA Network Open, sostiene que una dieta rica en pescado, legumbres y verduras, que limite otros alimentos como los dulces, podría retrasar la pérdida de memoria hasta en un 25%.
Los investigadores de Oxford descubrieron que seguir estos hábitos alimentarios entre los 48 y los 70 años puede mejorar la actividad cerebral en áreas normalmente afectadas antes de que se desarrolle la demencia.
El estudio también reveló que las personas con menos grasa alrededor de la cintura durante este período de la vida tendían a tener mejor memoria y un pensamiento más agudo a medida que envejecían.
«El cambio global hacia hábitos alimentarios poco saludables se asocia con un aumento en la prevalencia de diabetes, enfermedades cardiovasculares y obesidad, todos ellos factores de riesgo conocidos para la demencia», escriben los autores.
«Es importante considerar las implicaciones de la dieta general y la obesidad central para la memoria y las regiones cerebrales asociadas, como el hipocampo«, prosiguen.
Para el estudio , los investigadores rastrearon los hábitos alimentarios de 512 personas durante 11 años y evaluaron la relación cintura-cadera de 664 personas durante un seguimiento de 21 años.
Al inicio del estudio se realizaron exploraciones, incluidas resonancias magnéticas, y pruebas cognitivas. Se repitieron cuando los participantes cumplieron 70 años para seguir el progreso y detectar signos de deterioro cognitivo. Los autores descubrieron que una dieta más saludable mejoraba la conectividad cerebral.
Esto ocurrió especialmente en el hipocampo, donde se forman los recuerdos, y en el lóbulo occipital, que procesa lo que ven los ojos. La mejora en la dieta también se asoció con mejores habilidades lingüísticas, concluyen los investigadores.