Israel se encuentra en máxima tensión tras darse a conocer este jueves que Hamás entregaría información oficial del estado de salud de los 26 rehenes pendientes de ser liberados en la primera parte del acuerdo de alto el fuego alcanzado entre el Estado israelí y el Moviemiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la franja de Gaza.
Está previsto que el grupo islamista entregue dos listas: la primera, en la que se incluyan los nombres de tres militares del Ejército israelí, así como Arbel Yehud, que serían liberadas este fin de semana a petición de Israel. La segunda, donde Hamás otorgue información sobre el estado de salud de los rehenes restantes que forman parte de la primera fase del acuerdo, según publica el medio israelí ‘Jerusalem Post’.
Entre ellos se encuentra Silvia Cunio, una argentino-israelí de la comunidad del kibutz Nir Oz. Tiene dos hijos en cautiverio, uno de los cuales fue secuestrado junto con su pareja, la mencionada anteriormente Arbel Yehud. Ella está en la lista, pero los hermanos Cunio, David y Ariel, no, informa AFP.
De pie frente a la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en Jerusalén, Cunio exigió que el acuerdo de alto el fuego se prolongue más allá de la primera fase hasta su finalización para poder volver a ver a sus hijos. «Vine aquí para decir que sigo luchando por mis hijos… para exigir que paren la guerra y no dejen de luchar por mis hijos», dijo, luciendo una camiseta con la imagen de sus hijos.
Cunio se presentó como una optimista sin límites, diciendo que sus hijos «volverán con buena salud. Esa es mi esperanza y es lo que me hace seguir adelante». Cada vez que aparece en la televisión, Cunio se dirige directamente a sus hijos, por si acaso la escuchan. «David, mi querido, Ariel… estoy aquí, estoy luchando, estoy haciendo todo lo que puedo. Te amamos. Sé fuerte. Estamos aquí esperándote».
En definitiva, las familias de los rehenes israelíes retenidos en Gaza están en vilo, a escasas horas del segundo intercambio de prisioneros del alto el fuego entre Israel y Hamás, y muchos tienen familiares tanto en la lista de personas a las que liberar como a quienes no. El pasado fin de semana, tres israelíes fueron liberados en el primer intercambio de rehenes por presos palestinos: «Rumi Jonin, de 24 años, Emily Damari, 28, y Doron Shtanber Kheir, 31, salieron de la Franja después de un cautiverio de 471 días y por la noche los israelíes liberaron a 90 prisioneros de la cárcel de Ofer, la mayoría mujeres y menores», informó en ABC Mikel Ayestaran desde Tel Aviv. En la primera fase de 42 días del alto el fuego se intercambiarán 33 prisioneros por unos 1.900 prisioneros palestinos que se encuentran en cárceles israelíes.
Se espera, por tanto, que este viernes se otorgue información oficial respecto al estado de salud de la familia Bibas: Shiri y Yarden, junto a hijos Ariel y Kfir –5 y 2 años, respectivamente–. Se encuentran entre los 91 rehenes tomados cautivos durante el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 y que aún se encuentran retenidos en la Franja de Gaza. De esa cifra, 34 están muertos según el Ejército israelí.
Otros familiares
Otro pariente rehén, Sharon Sharabi, tiene dos hermanos, Eli y Yossi, en Gaza. Se presume que Eli está vivo. El Ejército israelí dijo a principios del año pasado que Yossi estaba muerto. Como hombre de más de 50 años, Eli Sharabi está en la lista de 33 personas que serán liberadas, junto con mujeres, niños y rehenes que están enfermos o heridos. La liberación de las 61 personas restantes capturadas por militantes palestinos depende de nuevas negociaciones. «Hasta donde sabemos, Eli está vivo. No hemos recibido ninguna declaración de las fuerzas de seguridad o (del ejército) que confirme que Eli ya no está vivo. Por lo tanto, queremos mantener este optimismo y rezar para que podamos verlo de pie muy pronto», dijo Sharabi.
Conmovido por la posibilidad, se permitió imaginar un reencuentro entre su madre casi octogenaria y su hermano. Sin embargo, en cuestión de momentos, la ansiedad se apoderó de él. Si su hermano Eli regresa, Sharon Sharabi tendrá que decirle que su esposa y sus dos hijas fueron asesinadas el 7 de octubre de 2023, y que su hermano Yossi murió en cautiverio.Yossi y Eli fueron tomados prisioneros de Beeri, una comunidad de kibutz donde la esposa de Eli y sus hijas adolescentes fueron encontradas muertas en su casa.
Itzik Horn, de 72 años, también argentino-israelí, tiene emociones contrastantes similares. Espera la liberación de su hijo Yair, de 46 años, que está en la lista de 33 debido a su diabetes. Pero también está el dolor de su otro hijo, Eitan, de 38 años, que permanece en Gaza. «Me cortaron por la mitad. Esta es una situación imposible. Un hijo podría ser liberado, y el otro no», dijo Horn. Eitan estaba visitando a su hermano mayor en Nir Oz el 7 de octubre, cuando los militantes tomaron a los dos como rehenes. El kibutz, situado a menos de tres kilómetros de la frontera de Gaza, fue duramente atacado por Hamás. Más de 30 personas murieron en Nir Oz y 70 fueron tomadas como rehenes, y 25 siguen en la Franja de Gaza.
Horn se mostró enfadado e insistió en que «todo el mundo tiene que volver, incluidos los cadáveres». Admitió que el humor negro le ayudaba a sobrellevar el dolor. «Yair heredó su diabetes de mí y siempre estaba enfadado conmigo (por eso). Ahora, si es liberado antes por su enfermedad, podrá agradecérmelo», bromeó. Cuando se le preguntó qué haría si, tras la primera fase del alto el fuego, se reanudara la guerra, Horn dijo: «Voy a quemar el país… porque eso es como firmar su sentencia de muerte».