Publicado: agosto 13, 2025, 4:00 pm
Es bastante frecuente que los encuentros entre amigos en España estén relacionados con la comida o la bebida. Quedar para comer o cenar es bastante frecuente, asà como para tomar algo mientras se pone uno al dÃa, ya sea una cerveza o una copa de vino. Este tipo de consumo de alcohol está muy normalizado.
Siempre que se haga con moderación no tendrÃa por qué suponer un problema, aunque no es lo más recomendado si queremos cuidar nuestra salud. Tampoco es prudente si se está tomando una determinada medicación, ¿qué sucede si el tratamiento es por ansiedad? Héctor del RÃo tiene claro que tampoco deberÃan mezclarse.
Por qué no se deben mezclar alcohol y pastillas contra la ansiedad
Este es un tema que para muchas personas es nuevo, comenzar un tratamiento con antidepresivos o pastillas contra la ansiedad es solo parte del proceso de superación o aceptación de la enfermedad, pues debe ir acompañado de otro tipo de tratamiento no farmacológico. Sin embargo, es una parte que puede despertar muchas dudas, pues hay ciertos aspectos de nuestras rutinas que debemos cambiar, como el consumo de alcohol.
Esto es algo que abordó el farmacéutico Héctor del RÃo durante su paso por el pódcast TenÃa la duda, presentado por Judith Tiral. Allà ambos estuvieron compartiendo impresiones sobre este tema y, entre otras cosas, Judith quiso consultar con el experto los motivos por los que no se debe mezclar alcohol y medicamentos contra la ansiedad. «Las benzodiazepinas, los que acaban en ‘am’, como el Diazepam o el Lorazepam, vienen muy bien para dormir, para dejarte un poco más tranquilo, pero, literalmente, te deprime al sistema nervioso y el alcohol hace exactamente lo mismo».
«Te estás tomando dos drogas que te están apagando los interruptores dentro de tu sistema nervioso a la vez y esto no es lo ideal, porque igual se apaga demasiado y puedes tener alguna complicación».
Tanto las benzodiacepinas como el alcohol, actúan como depresoras del sistema nervioso central y al consumirlas a la vez el efecto que produce sobre este es mayor. Disminuye la actividad cerebral y se reduce la función cognitiva y motora, lo que hace que la coordinación sea menor, asà como también el tiempo de reacción, haciendo que la persona sea más propensa a accidentes, lesiones o caÃdas.
Los efectos dependerán de las cantidades consumidas de alcohol, asà como de la intensidad del medicamento que se esté tomando. En los casos más leves puede producir falta de concentración, somnolencia, cansancio o dolor de cabeza, pero en los más graves se puede llegar a una pérdida de conciencia, bradicardia (frecuencia cardiaca baja), una ausencia de respuesta en las pupilas ante la luz o una parálisis total o parcial del cuerpo. En los casos más extremos, podÃa llegar a causar la muerte.
Efectos del alcohol con ciertos medicamentos
En el caso de las benzodiacepinas, el alcohol potencia sus efectos, pero no es el único efecto que puede tener. Por ejemplo, en algunas ocasiones, el resultado de mezclar bebidas alcohólicas con determinados medicamentos es que estos pierden efecto, como sucede con los antibióticos y con algunos anticoagulantes. No es el único efecto que puede tener, en algunos casos produce reacciones que son tóxicas, como sucede con el paracetamol, que interactúa con el alcohol a nivel hepático, con la codeÃna o con los antihistamÃnicos.
Además de aumentar o reducir sus efectos, también puede producir que aparezcan efectos secundarios negativos, por lo que lo mejor es evitar el consumo habitual de alcohol y, si es posible, también el esporádico.
Referencias
Research, C. F. D. E. A. (2016, 14 septiembre). La FDA advierte acerca de los graves riesgos y muerte cuando se combinan medicamentos opioides para la tos o el dolor con benzodiacepinas; requiere su advertencia más enérgica. U.S. Food And Drug Administration. https://www.fda.gov/drugs/drug-safety-and-availability/la-fda-advierte-acerca-de-los-graves-riesgos-y-muerte-cuando-se-combinan-medicamentos-opioides-para