Publicado: junio 3, 2025, 5:00 am
En España se están poniendo de moda los entrenamientos de fuerza no sólo para perder peso, sino para ganar musculatura y afrontar el paso de los años con mayor energía. De hecho, a partir de los 30 años, los expertos señalan que comenzamos a perder masa y función muscular y, si no hacemos nada para ralentizar ese proceso natural, vamos a convertirnos en personas más torpes y lentas.
A este respecto, el entrenador Felipe Isidro lo tiene claro: «con la edad vamos a perder el 75 por ciento de la fibra rápida, por lo que entrenar la fuerza es clave para no convertirnos en personas lentas y débiles». El sedentarismo es un veneno que va provocando que las articulaciones se bloqueen. Puesto que el estilo de vida en muchos casos lo exige, al menos deberíamos trazarnos un plan de acción para compensarlo.
Caminar está bien, pero no es suficiente
El catedrático de Ejercicio Físico advierte que caminar está bien, al menos implica movimiento, pero que en ningún caso es suficiente para mantener la fuerza necesaria. «Siempre será mejor caminar que no hacer nada, pero es importante trabajar la musculatura de una manera más eficiente, a través de ejercicios de fuerza».
Efectivamente, la fuerza física se va perdiendo con la edad, y la musculatura que no se ejercita, acaba por atrofiarse en cierta manera, lo que puede afectar an la movilidad y la destreza física en el día a día. «Con los ejercicios de fuerza vamos a trabajar lo que se denomina la fibra rápida del cuerpo».
La velocidad con la que somos capaces de reaccionar ante un movimiento nos delata, y es uno de los primeros signos de la edad. «Vemos a personas mayores que se mueven lentas porque no han entrenado. Si te vas a caminar dos horas, seguirás perdiendo fibras rápidas y te costará levantarte de la silla cuando seas mayor, hay que ir más allá», dice Isidro.
Nunca es tarde para comenzar a moverse frente al envejecimiento
Felipe Isidro invita a los ciudadanos a movilizarse contra el sedentarismo (obligado en muchos casos por el estilo de vida actual). Si pasamos muchas horas sentados frente al ordenador, se hace especialmente necesario entrenar después, pero que nadie se asuste, que el experto no habla de pasar las horas que no tenemos en el gym.
Isidro se refiere a dedicar 10 minutos al día, en casa o donde queramos, «a no hacer lo que nos apetece, sino lo que nos conviene; hay que crear un hábito y después será una rutina interiorizada que va a dar resultados visibles».
«Basta con utilizar el propio peso corporal para movilizar la musculatura; el primer paso no te llevará donde quieres, pero te sacará de donde estás», explica el experto de forma clarificadora. Hacer ejercicios de fuerza en casa, con o sin pesas (que pueden ser dos cartones de leche, por ejemplo), durante unos minutos diarios, es justo y necesario para evitar volvernos lentos y que nuestra musculatura se atrofie.