Publicado: enero 28, 2025, 8:21 pm
El director de investigación del Instituto de Inteligencia Artificial (IA) de la Universidad del Noroeste de Sillicon Valley, Ricardo Baeza-Yates, sostuvo en Cooperativa que la irrupción de la IA china DeepSeek en el mercado «es culpa de Estados Unidos».
La herramienta fue creada por el país asiático y se convirtió en la más descargada en los dispositivos Apple, debido a sus numerosas ventajas: cuenta con código abierto y su costo de producción es de un 96% más bajo en comparación con OpenAI, la empresa estadounidense creadora de ChatGPT, según dijo Baeza-Yates.
Esto provocó la estrepitosa caída bursátil del fabricante de chips estadounidense Nvidia, que perdió 600 mil millones de dólares en un día; algo nunca antes visto en la historia.
Para Baeza-Yates, el éxito de DeepSeek se dio gracias a las restricciones económicas que Estados Unidos impuso a China: «Con todas las limitaciones aplicadas para no exportar los chips más avanzados de Nvidia al gigante asiático, la única forma de que los chinos pudiesen crear una IA era pensar cómo hacerla mejor, con menos recursos y mucho más rápido», dijo.
Además, el informático chileno lanzó una crítica a los magnates de las grandes tecnológicas estadounidenses como Mark Zuckerberg, Jeff Bezos y Elon Musk, que «quizás por arrogancia pensaban que nadie podía hacer mejor (una herramienta de IA). Y los chinos, que tienen mucho talento y más personas que pueden trabajar en esto, encontraron cómo crear una más pequeña, más barata e incluso gratis».
El académico de la Universidad de Chile añadió que, «también, muchas de las batallas en Sillicon Valley fue entre las grandes tecnológicas: mientras pelean entre ellas, por el lado pasa una que no estaba considerada y termina comandando la carrera».
Baeza-Yates sostuvo que lo ocurrido es un ejemplo claro «de que no se debe destinar mucho dinero a lo mismo o a hacer las cosas más grandes, sino que se debe destinar a hacer las cosas bien y a innovar», en referencia al ambicioso proyecto norteamericano Stargate, impulsado por Donald Trump, que consiste en gastar 500 mil millones de dólares para construir centros de datos.
Por ende, «esto es un golpe bajo no propiciado por el gobierno chino, y llega justo en el momento menos adecuado» para Estados Unidos, remató el académico.
