Publicado: agosto 21, 2025, 2:12 am

Los venezolanos han recibido con una mezcla de entusiasmo y escepticismo el envío de buques de guerra de Estados Unidos frente a las costas de Venezuela, bien para combatir a las organizaciones de narcotraficantes -Washington considera a Maduro el cabecilla del cártel de los Soles … -, o, como muchos caraqueños desean, para sacar al líder chavista del poder, en el que lleva enquistado desde hace 12 años.
Los navíos militares todavía no han sido avistados en aguas venezolanas, pero los enviados a la región son tres destructores Aegis, según informó el Departamento de Estado. Se trata de los navíos USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson. Desde este martes se esperaba que los barcos estuvieran ya desplegados, con unos 4.000 marines e infantes de marina estadounidenses a bordo.
«Estoy preparado para recibirlos. Al primer llamamiento de que vienen los marines los traigo para Caracas», nos dice entusiasta un taxista que hace la ruta dos veces al día desde el aeropuerto de Maiquetía a la ciudad. «Llevo meses esperando la llegada de la fuerza naval de Estados Unidos. Y ahora por fin veo que el final está cerca».
El taxista, que pidió el anonimato, comentó a ABC que en los últimos días ha visto mucha demanda y movimiento de vuelos nocturnos que han salido desde el aeropuerto caraqueño a Centroamérica e islas caribeñas con «pasajeros ricos y enchufados que aparentemente están sacando maletas sospechosas del país».
Sin aludir directamente a sus colaboradores, Maduro se quejó de la «cobardía» que muestran muchos de sus aliados al querer abandonar el país ante los anuncios del despliegue naval de EE.UU.
Presionar a los narcos
«He venido a Margarita para ver el desembarco de los marines y ser una de las primeras para recibirlos», nos dice animada una asidua visitante de la isla. Según versiones de estrategas, Margarita sería el sitio de mayor encuentro con los navíos norteamericanos o punto occidental de salida de los envíos de drogas.
Muchos pescadores salen de faena todas las mañanas para ver a los destructores norteamericanos, pero por el momento no han visto ningún buque en el horizonte. «Aquí los espero con unas caraotas negras -frijoles- para recibirlos con algo criollo y tengan fuerza los marines para sacar a Maduro», dice a ABC una agente de seguros, que se protege en el anonimato. «Pero no creo que eso suceda. La presencia de los navíos de guerra es para presionar a Maduro, pero también para fastidiar a los narcotraficantes que ahora se darán una pausa con el anuncio del envío de drogas».
Frente a los que ven con expectación la llegada de navíos de EE.UU., están los que califican la decisión de Washington de injerencista. «Es un acto de intimidación, de mostrar músculo», opina un hombre que prefiere no identificarse.
Otras voces afines al chavismo, como el comunicador y diputado Mario Silva, mostró preocupación por la falta de pronunciamientos de Rusia y China frente al despliegue militar estadounidenses: «Nos extraña que en una cumbre tan importante como la que se dio en Alaska no haya habido un comunicado de Rusia o de China. (…) Cuando ves estos eventos de agresión contra Venezuela, debería haber un pronunciamiento. No es una queja, es una curiosidad», afirmó durante su programa de radio.
A la llegada de los barcos de guerra norteamericanos, Maduro ha respondido con la movilización de milicianos. Uno de ellos, que pidió el anonimato, asegura que está esperando que le entreguen las armas. Y considera que «es una exageración y una locura de Maduro pretender armar a 4,5 millones de milicianos, porque no los tiene. Además si les da armas cualquiera puede dispararle».