Publicado: marzo 9, 2025, 10:50 am
El hombre más rico del mundo, Elon Musk, ha estado alimentado incesantes titulares como el escudero de Trump. Y su labor al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas), creada para recortar el gasto público sigue en marcha. En medio de esa hiperactividad en su red social X (antes Twitter) ha dejado un mensaje desafiante, relacionado con su sistema satelital global Starlink, de la empresa SpaceX. Y no oculta su real visión de la guerra en Ucrania.
I literally challenged Putin to one on one physical combat over Ukraine and my Starlink system is the backbone of the Ukrainian army. Their entire front line would collapse if I turned it off.
What I am sickened by is years of slaughter in a stalemate that Ukraine will…
— Elon Musk (@elonmusk) March 9, 2025
El multimillonario literalmente desafía a Putin a un combate físico uno a uno por Ucrania. Y ha señalado que Starlink, que ha sido crucial durante tres años para el acceso a Internet de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Y ahora debe someterse a una revisión en la zona. «Mi sistema Starlink es la columna vertebral del ejército ucraniano. Toda su línea del frente colapsará si lo apago».
Y añade sin cortapisas: «Estoy harto de años de masacre en una situación sin salida en la que Ucrania inevitablemente perderá», pidiendo el fin inmediato de las hostilidades y la paz. «Cualquiera que realmente se preocupe, realmente piense y comprenda quiere que la picadora de carne se detenga. ¡¡¡PAZ AHORA!!!», sentencia.
¿Un Elon Musk desatado?
El hombre más poderoso del mundo, Donald Trump, y el más rico han formado una alianza invencible. Calificados como los ‘broligarcas’ (‘bro’ es la abreviatura del inglés «brother», «hermano») ya hacen temblar al resto del mundo, especialmente a Europa que temen que lo que están viendo sea solo el aperitivo. Y aunque la bronca de Musk con el secretario de Estado, Marco Rubio, con Trump como espectador, hizo que el líder americano se inclinara a favor de Rubio, el tándem Musk- Trump sigue sólido.
No obstante, muchos se han preguntado si esta amistad interesada durará o estos dos emperadores, en su versión 1.0 y 2.0 tecnológico, que tienen en común grandes egos vivirán desencuentros en su recorrido. «La probabilidad de que haya problemas a largo plazo es alta», pronosticó Lorenzo Castellani, profesor de Historia en la Universidad Luis Guido Carli de Roma. Y Timothy Snyder, historiador de la Universidad de Yale y autor de referencia por obras como ‘On Tyranny’ dijo a ‘The Guardian’: «Trump es un tipo pequeño y Musk es un tipo grande cuando se trata de dinero». No debemos subestimar a Musk y considera que la Casa Blanca, será un escenario de discordias incómodas y dañinas entre ambos hombres.
José Antonio Gurpegui, catedrático de estudios norteamericanos y director del Instituto Franklin en la Universidad de Alcalá, dice a ABC que los dos se necesitan. Además, Musk, tiene el impedimento de que nunca podrá ser presidente de EE.UU., porque es sudafricano. «Mientras esa necesidad mutua vaya bien, habrá sintonía entre ellos. «Lo estamos viendo en el caso de Groenlandia. Trump lanza la piedra y después es Musk quien hace el trabajo, y no le importa zafarse de la contienda y como presidente de los Estados Unidos, prefiere mantenerse un poco al margen porque no es tonto». Y si no puede interferir en otros países, ahí tiene el algoritmo de su compañero de armas.
Gurpegui explica que con Donald Trump nunca se tiene certeza de nada, pero si analizamos lo que fue su primer mandato, vemos que con la gente de su gabinete tuvo desencuentros y hubo un rosario de dimisiones. Ahora con este nuevo gabinete que ha formado, parece precisamente que lo que ha tratado de evitar es justamente eso, de ahí que «se haya centrado más en buscar a fieles que en su cualificación profesional», dice. Y pese a las peculiaridades de Elon Musk, este es lo suficientemente inteligente como para no hacerle sombra.
Por su parte, Jason Xidias, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas, describe a ABC que ambos comparten una visión social conservadora y el deseo de expandir su riqueza e influencia todo lo que puedan. «Al final, para Trump lo importante es su imagen y para Musk, en mi opinión, la desregulación que consiga para sus negocios y el desarrollo de su tecnología», afirma.