El vicepresidente de EE.UU. visitará Groenlandia para ver «qué pasa allí con la seguridad» - Chile
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El vicepresidente de EE.UU. visitará Groenlandia para ver «qué pasa allí con la seguridad»

Publicado: marzo 25, 2025, 7:40 pm

Las presiones del Gobierno de Donald Trump hacia Groenlandia y Dinamarca vivirán esta semana su máxima expresión hasta el momento: el vicepresidente de EE.UU., J.D. Vance, ha anunciado este martes que se sumará a su mujer, Usha, y viajará este jueves a la inmensa isla del Ártico, bajo soberanía danesa, en medio de las insistencias de Trump de querer adquirir el territorio y convertirlo en parte de su país.

La visita de Vance, una provocación en toda regla, es también una maniobra de distracción. La Administración Trump trata de capear el escándalo de la inclusión de un periodista estadounidense en un grupo de chat donde se compartieron planes de ataque militar contra los hutíes de Yemen de la más alta sensibilidad. Era en la plataforma Signal, y en el grupo estaban todas las grandes autoridades de Defensa, diplomacia y seguridad de la primera potencia mundial. Y, entre ellos, el director de ‘The Atlantic’, una revista prestigiosa en EE.UU., que contó lo sucedido.

Vance era uno de los miembros de ese grupo de Signal, y en los mensajes que se han conocido dejó clara su animadversión contra los socios europeos de EE.UU. Tras uno de los mayores escándalos sobre diseminación de secretos militares que se recuerda, el vicepresidente de EE.UU. dice ahora que acudirá a Groenlandia «para ver qué pasa allí con la seguridad».

La isla del Ártico tiene una gran importancia geoestratégica para EE.UU. Por un lado, por sus ingentes recursos naturales. En especial, de minerales clave para la industria tecnológica. Pero también por su situación, en un espacio en el que los dos grandes rivales globales de EE.UU., China y Rusia, tratan de tomar posiciones y de controlar las vías de navegación.

Desde antes de tomar posesión en enero, Trump ha dicho que busca adquirir Groenlandia. Es uno de los frentes expansionistas del presidente de EE.UU., que parece dispuesto a no dejar la Casa Blanca sin sumar nuevos territorios a la soberanía de su país: repite su intención de anexionar Canadá, ha defendido que EE.UU. debe recuperar el control del Canal de Panamá y ha llegado a proponer un plan disparatado de convertir Gaza en un resort turístico bajo propiedad estadounidense.

Otra de las razones que apuntan a que el viaje de Vance a Groenlandia parece una cortina de humo es que, en realidad, se sube al carro de una visita que ya había anunciado su mujer, Usha.

Aquello se conoció el pasado fin de semana, cuando la segunda dama de EE.UU. anunció el pasado fin de semana que viajaría a Groenlandia y asistiría a una competición de trineos tirados por perros. El objetivo, según comunicó su oficina, es «celebrar la larga historia de respeto y de cooperación entre nuestras naciones y expresar la esperanza de que nuestra relación solo se fortalezca durante los próximos años».

Estaba previsto que junto a ella viajara el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, también salpicado por el escándalo del grupo de chat de Signal. En el caso de Waltz, la idea era visitar también un base militar estadounidense.

Cuando se conoció la visita de la mujer de Vance y del asesor nacional de seguridad de Trump, la reacción en Groenlandia fue airada. Su primer ministro, Múte Egede, calificó la visita de «provocación» y de «agresiva».

Trump dijo este lunes que la visita era amistosa y que «el pueblo de Groenlandia nos está pidiendo que vayamos». El Gobierno autónomo de la isla salió al paso y dijo que no había «extendido ninguna invitación para ninguna visita, ni privada ni oficial».

La visita ahora de Vance, la segunda autoridad de EE.UU. y primero en la línea de sucesión del presidente, supondrá un desafío diplomático para los líderes de Groenlandia.

El objetivo de Vance es visitar una base militar -su mujer ya no irá a esa competición de trineos- y seguir presionando públicamente a Groenlandia.

«Los líderes tanto de EE.UU. como de Dinamarca creo que han ignorado a Groenlandia desde hace mucho tiempo», aseguró en un vídeo en el que anunció su visita. «Eso ha sido malo para Groenlandia y también ha sido malo para la seguridad de todo el mundo».

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