El candidato oficialista ocupará el cargo en unas elecciones marcadas por las protestas
El partido gobernante de Georgia ha designado a un exfutbolista convertido en leal de extrema derecha como presidente del país en un controvertido proceso electoral en medio de una crisis constitucional y tras semanas de protestas masivas a favor de la UE.
Un colegio electoral, controlado por el partido gobernante Sueño Georgiano y boicoteado por la oposición, eligió a Mijaíl Kavelashvili con 224 votos como el próximo líder del país para un mandato de cinco años, dijo el presidente de la comisión electoral central, Giorgi Kalandarishvili.
La presidenta en funciones, Salomé Zurabishvili, ha declarado que la votación es «ilegítima» y se ha negado a dimitir.
Georgia ha padecido un escenario de violencia en las calles debido a las protestas masivas de corte europeísta. Entre los manifestantes, se aprecian carteles que tildan a Kavelashvili de marioneta y se aprecia la palabra ‘presidente’ tachada, sin reconocerle como tal.