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El JOMO o cómo la alegría de perderse cosas puede ayudar a nuestro bienestar emocional

Publicado: enero 13, 2025, 12:26 pm

En esta sociedad hiperinformada en la que vivimos los hay que quieren estar en todas las salsas; no quieren perderse nada. Tanto es así, que estas personas intentan estar siempre conectadas porque tienen miedo a perderse algo, a perderse momentos. Prueba de que se fenómeno existe es que ya tiene nombre: FOMO, de sus siglas en inglés, Fear of Missing Out (Temor a perderse algo).

Pero para sorpresa, y diríamos que hasta celebración, resulta que existe también lo contrario: personas que disfrutan de perderse cosas, que es tanto como personas que no se sienten atadas a ese todo continuo de información y eventos. Es gente que antepone su bienestar, en el más extenso sentido de la palabra. A ellos se les aplica la expresión JOMO, del inglés Joy of Missing Out (la alegría de perderse cosas).

Libertad frente a miedo

Empeñarse en querer vivirlo todo, estar como decíamos en todas las salsas (y el teléfono móvil tiene mucho que ver en ello), además de imposible es contraproducente. «Estamos siempre buscando la próxima notificación, el próximo estímulo, lo cual nos mantiene alejados de una verdadera conexión con nosotros mismos y de una vida más plena», contaba a 20minutos hace pocas fechas el psicólogo Rubén Casado, creador de los cursos de la Escuela de Ansiedad y del pódcast La teoría de la mente.

El FOMO es mal compañero y, en realidad, existía antes que las redes sociales. Provoca en nosotros envidia, vanidad, soledad, estrés y ansiedad. Pero, ya vemos, también existe el JOMO, la alegría de perderse algo. O como dice la Asociación Americana del Corazón, «lo único que tienes que hacer es resistirte al miedo, relajarte y disfrutar de no saber qué pasa cada segundo de cada día».

Se trata de cultivar intencionadamente periodos de desconexión y soledad para recargar las pilas y rejuvenecer»

El JOMO es en realidad una celebración de la libertad de cada ser humano. Porque lo que describe es la elección consciente de desconectar. Elegimos, decidimos, optamos… por no no estar al tanto de tal o cual cosa; por quedarnos en casa; por disfrutar de nuestra tranquilidad; por construir nuestro propio momento, nuestra propia agenda.

La conexión social es saludable, por supuesto, pero atenderla a través de las redes sociales todo el tiempo es desbordar el vaso. Pero JOMO «no consiste en evitar por completo esas conexiones ni en aislarse de los demás. Por el contrario, se trata de cultivar intencionadamente periodos de desconexión y soledad para recargar las pilas y rejuvenecer», asegura Chris Barry, profesor de psicología de la Universidad Estatal de Washington, al New York Times.

Efectos positivos del JOMO

Un texto de la Asociación Americana del Corazón recoge al menos cuatro efectos positivos de practicar el JOMO:

Vivir el momento

Si apagamos el móvil (cuya sola presencia absorbe energía cerebral) o el Wi-Fi, nos podreemos concentrar en dónde estamos y qué estamos haciendo. Vive el momento, tu momento.

Cultivar un mejor tú

Dejamos de compararnos con los demás y, a cambio, iniciamos un viaje personal de superación personal.

Lograr conexiones más profundas

Podemos buscar conversaciones auténticas, que no se presenten en forma de mensajes cortantes sino a partir de la interacción personal, mirando a los ojos como se hacía en los «viejos tiempos».

Aburrirse para estimularse

Los estudios demuestran que el aburrimiento puede llevarnos a buscar experiencias nuevas y estimulantes. Eso no puede ocurrir con una pantalla que nos estimula y distrae constantemente.

El efecto positivo del JOMO puede medirse. «Cuando elegimos conscientemente alejarnos del ruido digital y de las exigencias sociales, nuestro cerebro experimenta una reducción en los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumenta la producción de serotonina, lo que mejora nuestro estado de ánimo», asegura Carla Álvarez Llaneza, psicóloga de Blua de Sanitas.

Nuestro cerebro experimenta una reducción en los niveles de cortisol (la hormona del estrés), aumenta la producción de serotonina y mejora nuestro estado de ánimo»

De hecho, ya se ha visto que las personas que se alejan intencionadamente de las redes sociales tienen un mayor bienestar psicológico. Mayor, en comparación con aquellas que no lo deciden activamente, como cuando se les pide que guarden el teléfono en clase.

Cómo cultivar el JOMO

El profesor Chris Barry recomienda cinco pautas para cultivar el JOMO:

  • Haz planes regulares para desconectar: la clave puede ser la intencionalidad.
  • Utiliza estrategias contra el FOMO: podemos probar estrategias de protección como desactivar las notificaciones, establecer límites a determinadas aplicaciones o apagar el móvil por la noche.
  • Usa las redes sociales conscientemente: no se trata de desconectarse por completo de los demás, sino de ser más consciente de cómo utilizamos las interacciones sociales digitales.
  • Sé consciente de cuándo te centras en los demás: dejemos de ocuparnos por la vida de los demás y reservemos «conscientemente» tiempo para nuestra propia vida.
  • Recuerda que todo el mundo se pierde algo: no podemos abordar todas las experiencias del mundo. En su lugar, apreciemos y saboreemos la alegría de lo que estamos haciendo, solos o con otros seres humanos.

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