Publicado: junio 4, 2025, 5:00 am
Según la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son un grupo de medicamentos ampliamente usados para tratar el dolor, la inflamación y la fiebre. Entre ellos se encuentran medicamentos tan conocidos y usados en España como el ácido acetil-salicílico (Aspirina ®), ibuprofeno, indometacina, o diclofenaco.
A pesar de tratarse de medicamentos muy efectivos, debemos extremar las precauciones a la hora de tomar los antiinflamatorios de este tipo, puesto que, por su modo de acción, podrían ocasionar efectos secundarios graves entre los que se encuentra como más habitual la úlcera de estómago, que podría cursar con hemorragia interna.
Los antiinflamatorios y el riesgo de úlcera estomacal (o duodenal)
A partir de los datos que publica FEAD, que aseguran que cerca de un 10 por ciento de la población padecerá una úlcera en algún momento de su vida, vamos a adentrarnos en el proceso de las úlceras y de qué manera la ingesta de determinados medicamentos podrían provocarlas.
Una úlcera es una herida que surge en la mucosa que recubre las paredes del estómago (o del duodeno, según dónde se origine), que se desencadena cuando los ácidos del sistema gástrico son altos y debilitan la protección natural. En cuanto a las úlceras duodenales, bastante frecuentes en torno a los 50 años, suelen ser benignas, aunque hay que vigilarlas.
Además de la acción de bacterias como H. Pylori, tomar demasiados fármacos antiinflamatorios (AINE) como el ibuprofeno va disminuyendo la producción de prostaglandinas, moléculas que protegen el estómago. Para distinguir si la úlcera parte del estómago o del duodeno, habría que observar si las molestias disminuyen al comer (duodenal) o empeoran con la ingesta (gástrica).
Medicamentos efectivos, pero con (posibles) efectos secundarios
Los antiinflamatorios no esteroideos han contribuido de forma importante a mejorar la calidad de vida del ser humano, aliviando síntomas como el dolor o la fiebre, y ayudando a controlar enfermedades incapacitantes como las reumáticas. Además, algunos como el ácido acetil-salicílico, se usan en la prevención y tratamiento de enfermedades vasculares importantes como el infarto de miocardio.
En la otra cara de la moneda, sin embargo, aparece la posibilidad de que, con el uso y abuso, se generen daños colaterales serios puesto que los antiinflamatorios, por su mecanismo de acción, podrían dañar las paredes del estómago, así como alterar la función saludable de los riñones.
Los efectos secundarios, en cualquier caso, van a depender de cada persona, las dosis, la duración del tratamiento, las interacciones con otros fármacos… Tampoco todos los AINE tienen el mismo riesgo de producir estos daños, y recientemente se están incorporando nuevos fármacos diseñados para que no lesionen la mucosa digestiva. Sea como sea, siempre debe ser el médico quien prescriba cómo, cuándo, cuánto y por qué tomar antiinflamatorios.
Cómo detectar que los AINE están provocando una úlcera
Según los expertos, en torno al 20 por ciento de los pacientes que toman AINE pueden sentir molestias digestivas como pesadez, ardor o dolor en la región del estómago. En general estos síntomas no tienen trascendencia clínica y remiten al abandonar el fármaco.
Sin embargo, hasta un 30 por ciento de los pacientes pueden presentar erosiones en la mucosa del tubo digestivo, que en muchos casos no llegan a producir síntomas, y que sólo pueden diagnosticarse con una gastroscopia. Estas erosiones tampoco suelen tener trascendencia clínica y cicatrizan al cesar el tratamiento.
El problema aparece con un 2 por ciento, que puede presentar una complicación más seria como es una úlcera en el duodeno o el estómago, una hemorragia o una perforación (en casos más extremos), que puede ser grave para la salud del paciente al aumentar el riesgo de hemorragia interna (con presencia de heces negras o sangre al vomitar). Para reducir la acidez que desencadena el proceso, se suelen recetar inhibidores de la bomba de protones como el omeprazol, por ejemplo, y es el médico quien tiene la última palabra.
Referencias
V. F. Moreira y A. López San Román. Servicio de Gastroenterología. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid. ‘Alteraciones digestivas por antiinflamatorios no esteroideos’. revista Española de Enfermedades Digestivas. Scielo. Consultado online en https://scielo.isciii.es/pdf/diges/v96n10/paciente.pdf el 5 de mayo de 2025.
Enrique Quintero Carrión. Unidad de Investigación. Hospital Universitario de Canarias. ‘Efectos de los AINE sobre la mucosa gastrointestinal’. Elsevier. Consultado online en https://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-reumatologia-29-articulo-efectos-los-aine-sobre-mucosa-8543 el 5 de mayo de 2025.