A menudo aparecen estudios y fórmulas que nos invitan a evaluar nuestro nivel de longevidad, con unos sencillos ejercicios que nos dan una pista. La velocidad a la que caminamos, ser capaces de levantarnos del suelo sin apoyar las manos en las rodillas, o mantenernos en equilibrio sobre una sola pierna son algunos de los movimientos que pueden proporcionarnos información sobre envejecimiento prematuro y longevidad.
En este caso, una investigación publicada en el British Journal of Sports Medicine, que estudió a más de mil personas (hombres y mujeres de 50 a 70 años) concluyó que aquéllos que no son capaces de mantenerse en equilibrio sobre una sola pierna durante 10 segundos (lo que popularmente se conoce como ‘pata coja’) tienen el doble de posibilidades de fallecer en la década posterior, en comparación con quienes sí superan la prueba.
Lo que dice el equilibrio de nuestro envejecimiento
El envejecimiento lleva asociado un declive de la forma física, la fuerza muscular y la flexibilidad. El equilibrio, por su parte, es algo que suele mantenerse en orden en torno a los 50 años. Es a partir de esta edad cuando empieza un decaimiento más acelerado. No poder mantener el equilibrio lleva como consecuencia un mayor riesgo de caídas, por ejemplo, así como un deterioro de la capacidad cognitiva.
Aunque no es posible hoy en día predecir la longevidad con exactitud, se trata de una valoración aproximada en la que entran en juego muchos factores, incluido el riesgo de padecer enfermedades crónicas y el estado real de nuestra fuerza física. Este nuevo estudio mencionado, simplifica la valoración de nuestra longevidad en una sola prueba: ponernos a la pata coja y aguantar así, al menos, 10 segundos sin caer.
La prueba de la ‘pata coja’ para evaluar nuestra longevidad
Uno de los investigadores, el doctor Gil Araujo, de la Clínica de Medicina del Ejercicio en Río de Janeiro (Brasil) expone que ser capaces de mantener el equilibrio sin movernos sobre una sola pierna es un claro reflejo del buen estado de nuestra salud en cuanto a envejecimiento se refiere.
«Necesitamos adoptar esta postura de manera habitual en nuestra vida cotidiana, lo mismo para bajarnos de un coche, subir o bajar escaleras, hacer equilibrios de talón a punta… si detectamos que no somos capaces de hacerlo con seguridad, muy probablemente esté relacionado con una pérdida de autonomía y con el envejecimiento prematuro».
Así pues, como sugiere esta investigación, la sencilla prueba de hacer que el paciente mantenga el equilibrio corporal sobre una sola pierna (mejor aún si es la pierna no dominante, la ‘mala’) puede proporcionar gran cantidad de información sobre el estado general, y la longevidad. Otras pruebas de movilidad que se podrían sumar para el diagnóstico de una edad saludable o no, son las caminatas (viendo el ritmo), la fuerza de agarre y la calidad muscular en torno a las rodillas.
Mantener un buen equilibrio necesita de la coordinación de otros sistemas, y todos ellos se van degradando con el paso de los años. Los nuevos hallazgos de esta investigación sugieren que, cuanto más tiempo seamos capaces de mantenernos a la ‘pata coja’, menor será tu envejecimiento neuromuscular (afecta a los nervios y a los músculos).
Referencia
Claudio Gil Araujo, Christina Grüne de Souza e Silva, Jari Antero Laukkanen, María Fiatarone Singh, Setor Kwadzo Kunutsor, Jonathan Myers, Joao Felipe Franca, Claudia Lucia Castro. ‘Successful 10-second one-legged stance performance predicts survival in middle-aged and older individuals’. Correspondence to Dr Claudio Gil Araujo, Clinimex Medicina do Exercicio, Rio de Janeiro 22031-071, Brazil. British Journal of Sports Medicine. https://bjsm.bmj.com/content/56/17/975