El Departamento de Justicia de la Administración ha informado este lunes del despido de más de una docena de fiscales de carrera que participaron en las investigaciones criminales impulsadas contra el ahora presidente de EE.UU., Donald Trump, durante la anterior Administración.
El fiscal … general interino de EE.UU. -estará en ese puesto hasta que el Senado confirme a la nominada de Trump para el cargo, Pam Bondi- fue quien dio la noticia a los despedidos y defendió que «no confía en que esos empleados puedan ayudar de buena fe en la implementación de la agenda del presidente».
Según la información del Departamento de Justicia, los fiscales purgados «jugaron un papel significativo en las investigaciones al presidente de Trump», en referencia a las dos causas criminales federales que impulsó en su contra el fiscal especial Jack Smith: la relacionada con su intento de dar la vuelta a los resultados de las elecciones de 2020 y la relacionada con la retención de documentos clasificados que se llevó a su residencia en Florida tras su primer mandato. Ninguna de esas dos causas llegó a juicio, gracias al entorpecimiento procesal por parte del equipo de Trump y a la decisión del Tribunal Supremo del pasado verano que imponía una visión ampliada de la inmunidad presidencial. Otras dos causas penales se ventilaron en jurisdicciones estatales: una en Georgia, también por su campaña contra los resultados de las urnas, y otro en Nueva York, la única que fue a juicio y por la que fue declarado culpable, por falsificación de documentos financieros relacionados con los pagos para ocultar una relación extramatrimonial con una actriz porno.
«Esta decisión es coherente con la misión de acabar con el uso político del Gobierno», defendió el Departamento de Justicia.
Al contrario que los fiscales despedidos, Smith no era un fiscal de carrera. Fue elegido para liderar los equipos que investigaron a Trump, que contaron con cerca de cuarenta fiscales. Los despedidos sí que tienen protecciones por ser de carrera, y habrá que ver qué recorrido judicial tienen sus despidos.
Los despidos son parte de una purga de Trump de altos cargos en los que no tiene confianza, o en ámbitos que considera contrarios a su programa. La semana pasada decretó la eliminación de todos los departamentos dedicados a DEI (diversidad, equidad, inclusión), la baja administrativa para sus empleados y el impulso de sus despidos. También decretó el despido de más de una docena de inspectores generales -supervisores autónomos- de una docena de agencias federales.
Trump ha insistido en que busca un Departamento de Justicia alejado de la persecución política que defiende haber sufrido como candidato a la presidencia. Pero ha dejado claro que será un departamento que defienda sus intereses: además de Bondi -una vieja aliada que fue su abogada en uno de sus ‘impeachment’ o juicios políticos como presidente- ha colocado en la cúpula del Departamento de Justicia a Todd Blanche y Emil Bove, los dos abogados que lideraron su defensa en esas cuatro causas penales.