Publicado: noviembre 19, 2025, 7:25 am

Unas palabras del canciller alemán Friedrich Merz sobre la ciudad de Belém, sede de la COP30, abrieron una crisis diplomática entre Brasil y Alemania. En un evento en el Congreso Alemán de Comercio, el fin de semana, Merz comparó la belleza de su … país con la ciudad amazónica y aseguró que su delegación estaba «contenta» de regresar a casa tras la conferencia climática.
«Señoras y señores, nosotros vivimos en uno de los países más bonitos del mundo. Pregunté a algunos periodistas que estuvieron conmigo en Brasil la semana pasada: ‘¿Quién quisiera quedarse allí?’ Nadie levantó la mano. Todos estaban contentos de haber vuelto a Alemania, en la noche del viernes al sábado, especialmente de aquel lugar donde estábamos», dijo el canciller alemán, en una declaración que cayó muy mal en la ciudad sede de la COP, un lugar lleno de desigualdades evidentes, pero cuya población ha recibido con orgullo ese evento climático de la ONU.
El discurso de Merz fue publicado en el canal oficial del Congreso y en el portal del Gobierno alemán y fue interpretado por los brasileños como un desdén hacia la capital del estado de Pará, donde se han hecho inversiones millonarias para recibir la cumbre de líderes mundiales y la COP, que normalmente se celebra en capitales y ciudades con más infraestructura.
Lula respondió con ironía
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, no tardó en defender la ciudad amazónica y en tono irónico, invitó al canciller a conocer la cultura local antes de emitir juicios.
«El primer ministro de Alemania (Merz) estos días se quejó: ‘Ah, fui a Belém (capital de Pará), pero volví pronto porque me gusta Berlín‘. Él, en verdad, debería haber ido a un bar en Pará, debería haber bailado en Pará, debería haber probado la culinaria de Pará, porque iba a percibir que Berlín no le ofrece ni el 10% de la calidad que ofrece el estado de Pará y la ciudad de Belém. Y yo le decía todo el tiempo: coma manizoba (un plato local de yuca y carne)», afirmó el presidente de Brasil.
El episodio también cayó mal entre diplomáticos, porque durante su visita Merz anunció que Alemania contribuiría con una «cantidad considerable» al Fondo Florestas Tropicais para Sempre (TFFF, por sus siglas en inglés) anunciado por Lula durante la cumbre de líderes, pero hasta el momento no dio cifras. El proyecto, considerado por Brasil, como una de las noticias más ambiciosas de la COP amazónica, ha naufragado al recaudar menos de 6.000 millones de dólares, de los 125.000 millones de dólares que esperaba para financiar acciones contra el cambio climático, y los brasileños esperan una respuesta concreta de Merz antes del fin de la COP, el viernes
Sobre los problemas de la ciudad, Lula ya había defendido Belém de críticas sobre la falta de infraestructura y la especulación en los precios de hospedaje, antes del evento. Lula afirmó que era importante que los líderes y delegados conocieran las dificultades que enfrentan las poblaciones de la Amazonia, como una contribución a las discusiones de la COP.
Pese a las dificultades, la ciudad vive una fiesta en estos días de COP, con muchas opciones de bares y restaurantes, que ofrecen opciones gastronómicas de buen nivel con productos como pescados amazónicos, sabrosas frutas exóticas y mucho azaí, un puré de fruta amazónica que se ha vuelto popular en el mundo por sus cualidades energéticas. La hospitalidad y simpatía de la población local también han amenizado las dificultades y el fuerte calor.
Reacciones brasileñas
El alcalde de Belém, Igor Normando, calificó la declaración de Merz como «arrogante y prejuiciosa» en un vídeo publicado en sus redes sociales. El gobernador de Pará, Helder Barbalho, también se pronunció: «Curioso ver quién ayudó a calentar el planeta extrañar el calor de la Amazonía. Un discurso prejuicioso del canciller alemán», escribió en su cuenta en red X, antiguo twitter.
En las redes sociales, miles de brasileños se movilizaron para defender la imagen de Belém. Comentarios como «respeta a Brasil» inundaron los perfiles del canciller alemán en sus redes sociales. Algunos usuarios acusaron a Merz de xenofobia y cuestionaron el papel de los países ricos en la desigualdad global.
Ante la repercusión negativa, el ministro alemán de Medio Ambiente, Carsten Schneider, que aún se encuentra en Belém, elogió públicamente al país anfitrión. «Brasil es un país maravilloso, con un pueblo acogedor y buen anfitrión. Pena que no podré quedarme más tiempo después de la COP. Tendría algunas ideas, por ejemplo, pescar con mis amigos de la Amazonía», escribió Schneider en Instagram, acompañando el mensaje con una foto pescando en el río.
«Durante el fin de semana, tuve la oportunidad de tener una primera impresión de Belém, esta magnífica ciudad, y sus alrededores. Vi un enorme compromiso, personas maravillosas, pero también mucha pobreza», dijo el ministro alemán en declaraciones a la prensa de su país.
La revista alemana ‘Stern’ publicó un reportaje contando que la ciudad amazónica ha recibido inversiones para mejorar su infraestructura, pero que problemas como calles deterioradas y cursos de agua contaminados, persisten.
