El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de EE.UU. usará la base militar Buckley en Colorado como un centro para detener y procesar a inmigrantes, como parte de la política de ‘deportaciones masivas’ de la administración de Donald Trump.
El pasado 27 de enero, ICE recibió autorización para usar la base con ese fin y será la primera instalación militar en territorio estadounidense que se usa con ese propósito, luego de que lo solicitara el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), bajo el cual opera la agencia de inmigración.
Con respecto a la nueva base, su dirección emitió hoy una declaración que aporta algunos detalles: «Los requisitos de ICE para la instalación incluyen un centro de operaciones temporal, un área de preparación y un lugar de detención temporal para recibir, retener y procesar a inmigrantes ilegales».
Especifica que la base estará atendida durante ese proceso por altos funcionarios del ICE, agentes especiales y analistas, así como por miembros de DHS y otras agencias federales encargadas del cumplimiento de la ley.