Publicado: septiembre 5, 2025, 4:37 pm

Casi 500 inmigrantes fueron detenidos en una operación llevada a cabo por el Gobierno de EE.UU. en una planta de Hyundai en Georgia, en la mayor redada migratoria de la historia en EE.UU.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en sus siglas en … inglés), que dirige el cumplimiento de ley migratoria en la primera potencia mundial, anunció ayer que se había arrestado a 475 personas en una sola operación.
Ocurrió el jueves por la noche en una factoría en construcción del gigante de la automoción de Corea del Sur en el estado sureño. La factoría se dedicará a la producción de baterías eléctricas para vehículos. Más de trescientos de los detenidos son surcoreanos. Según ‘South Korea Daily’, el número de detenidos fue mayor, 560.
La redada ocurre después de meses de negociaciones arancelarias duras con Corea del Sur, un aliado tradicional de EE.UU. en la región de Asia-Pacífico, y tras la tensa visita de su presidente, Lee Jae-myung, a la Casa Blanca de la semana pasada. Trump calentó la visita con menciones críticas a la situación política en Corea del Sur, pero, después, cuando recibió a su homólogo en el Despacho Oval, entre promesas de más inversiones de Lee, el tono fue cordial.
Entrada ilegal al país
Según la información de las autoridades, los inmigrantes detenidos entraron en el país de forma ilegal, utilizando un programa para la exención de visados que no les permite trabajar en EE.UU. o habían sobrepasado el plazo para quedarse en el país establecido en su estatus.
«Aquellos que abusan de nuestros trabajadores, atacan nuestra economía o violan nuestras leyes federales responderán por ello», defendió Steven Schrank, el agente de la división de Investigación del DHS (HSI) en Atlanta, la principal ciudad de Georgia. Schrank confirmó que la redada «ha sido la mayor operación en una sola localización» de la historia del Departamento.
Es la mayor redada emprendida por Trump, en medio de un endurecimiento de su política migratoria desde que regresó a la Casa Blanca. La mayor redada que se recuerda ocurrió en agosto de 2008 en una factoría de Howard Industries de Laurel (Misisipi), en la que se detuvieron a casi 600 inmigrantes, la mayoría de ellos de origen mexicano.
Los inmigrantes arrestados en Georgia fueron trasladados a centros de detención de la Policía de Inmigranción y Aduanas (ICE, conocida como la ‘migra’ en la comunidad inmigrante hispana).
No está claro cuántos de los inmigrantes fueron contratados por Hyundai u otras compañías. La factoría en construcción es parte de una alianza entre Hyundai y LG Energy Solutions, ambas compañías surcoreanas. Pero también hay subcontratas de otras compañías.
La redada ocurre en medio de una lluvia de inversiones por parte de compañías surcoreanas en EE.UU. En especial por parte de Hyundai y en Georgia
La mayoría de los surcoreanos desplazados a Georgia con Hyundai viajaron con visados para procesos de formación, como es el B-1, según aseguraron a ‘The Wall Street Journal’ fuentes gubernamentales surcoreanas. La operación migratoria tomó por sorpresa tanto al Gobierno de Seúl como a Hyundai.
Hyundai es una de las compañías que han seguido la línea exigida por Donald Trump a las compañías de todo el mundo: que vengan a EE.UU., que invierta en el país para evitar aranceles. Recientemente, Hyundai se comprometió a invertir 26.000 millones de dólares.
Corea del Sur y EE.UU. acordaron en julio un arancel del 15% para las exportaciones surcoreanas, menor del que anunció Trump en abril, a cambio de inversiones en EE.UU. por valor de 350.000 millones de dólares. En su visita a la Casa Blanca, el presidente surcoreano anunció desembolsos adicionales de 150.000 millones.
«EE.UU. está orgulloso de recibir grandes inversiones y quiere continuar acumulando estas inversiones y alianzas históricas que ha conseguido el presidente Trump», reaccionó Abigail Jackson, una portavoz de la Casa Blanca. «Cualquier trabajador extranjero que venga por proyectos específicos debe entrar en EE.UU. legalmente y con la autorización laboral apropiada. El presidente Trump seguirá cumpliendo su promesa de convertir a EE.UU. en el mejor lugar del mundo para hacer negocios, al mismo tiempo que hacer cumplir las leyes federales de inmigración».
El Ministerio de Exteriores de Corea del Sur lamentó la operación de ciudadanos de su país y compartió una protesta con la embajada de EE.UU. «Las actividades económicas de nuestras compañías y los derechos e intereses de nuestros ciudadanos no pueden ser injustamente violados en la vigilancia de las autoridades de EE.UU. de sus leyes», defendió en un comunicado.
La redada ocurre en medio de una lluvia de inversiones por parte de compañías surcoreanas en EE.UU. En especial por parte de Hyundai y en Georgia.
La construcción de esta planta forma parte de la mayor inversión industrial en la historia del estado sureño, que fue aplaudida como un gran impulso para la economía local por el gobernador del estado, el republicano Brian Kemp.
Otras compañías, como Samsung, SK Hynix o la propia LG han invertido miles de millones en estados de todo el país, en especial en el Medio Oeste, el enclave industrial tradicional en EE.UU. y donde ha calado con fuerza el mensaje económico de Trump de recuperar el sector manufacturero.
Reveses judiciales
«Después de invertir en ‘Trump MAGA’, lo devuelven con el arresto de 300 coreanos», criticaba este en su titular la información principal del mayor periódico de Corea del Sur, ‘Chosun Ilbo’, de corte conservador. Las detenciones masivas podrían suponer fricciones con un aliado tradicional en Asia frente al expansionismo de China, algo que también está ocurriendo en la relación turbulenta de Trump con India, a quien ha impuesto aranceles del 50%.
La redada ocurre también en un contexto de decisiones judiciales contrarias a los intereses de Trump y su mano dura migratoria. En las últimas semanas, los tribunales han bloqueado algunos de los pilares de su política en inmigración, como la deportación expedita también desde lugares alejados de la frontera, el uso de una ley bélica para deportar a venezolanos acusados de pertenecer a la organización terrorista Tren de Aragua o la expulsión de menores no acompañados venezolanos.