Publicado: agosto 26, 2025, 5:00 am
La gastritis, que cursa con dolor en el estómago provocado por la inflamación, tiene su origen en una bacteria que ataca el sistema digestivo. Esta enfermedad digestiva puede aparecer de manera repentina, en fase aguda, o prolongarse lentamente con el tiempo, es decir, gastritis crónica. Sin embargo, no todo lo que parece gastritis, en realidad lo es.
En este sentido, el médico internista especializado en EndocrinologÃa, doctor Rawdy Reales @dr.rawdy, comparte en sus redes sociales información sobre cinco grandes mentiras que circulan entre la población general, acerca de la gastritis. Ni es eficaz en este caso el autodiagnóstico, ni todos los dolores de tripa tienen que ver con ella, ni tampoco se trata de una enfermedad con tratamiento para toda la vida. Estos son los cinco mitos que el doctor desmiente.
1. La gastritis no es una enfermedad que se pueda diagnosticar ‘a ojo’
Cuando el profesional de atención primaria sospecha de la existencia de la bacteria que puede provocar inflamación y gastritis, lo más probable es que nos pregunte sobre nuestros antecedentes familiares, y nos someta a un exhaustivo examen de salud. Entre todas las posibilidades, a criterio del experto, podrÃa buscar la existencia de la bacteria Helicobacter Pylori, bien mediante una prueba de aliento o bien mediante análisis de heces.
Sin embargo, lo más habitual cuando existen muchas posibilidades de que exista gastritis, es confirmar el prediagnóstico mediante una endoscopia, que examina el sistema digestivo con una sonda larga, delgada y equipada con una cámara diminuta, que se denomina endoscopio. El endoscopio desciende por la garganta hasta el esófago, el estómago y el intestino delgado.
Como confirma el mediático doctor Rawdy, «ante todo, la población debe saber que no todo dolor que se manifiesta en la boca del estómago va a ser una gastritis. De nada sirven los autodiagnósticos, sino que se debe confirmar mediante una endoscopia, que además llevará asociada la toma de una muestra o biopsia para analizar«.
2. No, no hay que ‘aprender a vivir con esa molestia’
La segunda mentira que desmonta el experto es que consideremos que debemos aprender a vivir con el dolor de estómago, que es algo crónico o que ‘somos propensos a que nos duela’ y ya está. «En absoluto hay que resignarse a padecer dolor y aguantarse. Lo que hay que hacer es buscar la causa con ayuda médica y, en función de ella, tratar la gastritis adecuadamente».
Entre los tratamientos posibles, a nivel genérico, podrÃamos hablar de antibióticos (si la causa es la bacteria Helicobacter Pylori); medicamentos inhibidores de la bomba de protones que reducen el ácido estomacal al bloquear la actividad celular que produce ácido; o de fármacos antihistamÃnicos que reducen la cantidad de ácido que se libera en el tubo digestivo, y alivian el dolor de la gastritis promoviendo la recuperación. Todo, menos aguantar el dolor y normalizarlo.
3. «Pensar que con gastritis no se puede beber café, no siempre es cierto»
Otro mito tiene que ver con la eliminación automática del consumo de café cuando tenemos un diagnóstico de gastritis. Según el doctor, «hay que tener presente que la causa de la gastritis es una bacteria, por lo que prohibir el café no va a servir de mucho. Eso sÃ, si estás tomando café y ves que empeoran los dolores, es posible que la bacteria se haya hecho fuerte en el estómago y no haya sido eliminada del todo, que no haya curado. En ese caso, se precisará confirmar mediante endoscopia«.
4. El tratamiento de la gastritis no es ‘de por vida’, sino puntual
Sucede que muchas personas consideran que como tienen gastritis, deben medicarse para el resto de su vida, y de esta manera tener controlados los sÃntomas y el dolor. El doctor Rawdy lo desmiente. «El tratamiento no es de por vida ni tiene que serlo. Recuerda que si tienes la bacteria el médico te prescribirá el antibiótico necesario, y probablemente otros medicamentos como el omeprazol y el esomeprazol«.
5. Si me duele el estómago, ¡es gastritis!
Entre los sÃntomas más habituales de la gastritis están el malestar, dolor punzante o ardor en la parte superior del abdomen (que puede empeorar, o mejorar cuando comemos), náuseas, vómitos, y una exagerada sensación de saciedad tras las ingestas. Dicho esto, no todos los dolores ni los sÃntomas corresponden a la gastritis y sà a otros problemas digestivos diferentes. Por eso es tan importante el diagnóstico médico certero.
Habrá llegado el momento de consultar con el profesional de la salud cuando la indigestión no sea un hecho aislado sino habitual, durante una semana o más, y también cuando el dolor sea especialmente intenso y provoque vómitos. Rawdy concluye diciendo: «Si tienes dolor en la boca del estómago, no siempre va a ser gastritis. Si ya estás con tratamiento para la enfermedad, y no mejoras, te invito a consultar con tu médico para buscar otras posibles causas».