Publicado: agosto 25, 2025, 9:29 am
Un estudio del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat de València (UV), ha descubierto en gusanos un mecanismo que «recuerda» la respuesta inmunitaria ante un virus para defenderse de reinfecciones. Los investigadores han comprobado que el virus Orsay, que infecta de forma natural al nemátodo (gusano redondo) ‘Caenorhabditis elegans’, establece infecciones «latentes» que permanecen dormidas y que se reactivan en distintas fases de la vida del animal.
Los resultados, publicados en la revista ‘Nature Communications’, muestran cómo estas infecciones iniciales producen una memoria inmunitaria que permite al organismo «protegerse» frente a reinfecciones, incluso cuando provienen de diferentes cepas del virus, según ha informado el CSIC en un comunicado.
El Orsay es un virus de ARN que, a pesar de sus similitudes con otros patógenos como los causantes de la gripe aviar o la covid-19, no afecta a los seres humanos, sino que su único huésped conocido es el nemátodo ‘Caenorhabditis elegans’. Este se trata de un gusano «muy utilizado» como modelo experimental en investigación por su similitud genética con el ser humano, con quien comparte más del 80 por ciento de sus proteínas. Con estos elementos iniciales, el equipo investigador realizó un estudio para comprender los mecanismos de persistencia viral, reactivación y respuesta inmunitaria de Caenorhabditis elegans ante su parásito natural.
Un mecanismo llamado interferencia por ARN
El trabajo liderado por el investigador del I2SysBio Santiago F. Elena muestra que la respuesta inmunitaria del animal frente al virus depende de un mecanismo llamado interferencia por ARN. Este sistema, clave para la defensa antiviral de este tipo de nemátodo, consiste en la degradación del ARN mensajero (ARNm), la molécula que transporta la información genética para la síntesis de nuevas proteínas.
Este proceso de degradación «permite apagar los genes de forma específica, impidiendo así que el mensaje de un gen se traduzca en una proteína», ha detallado el organismo. A través del análisis de este mecanismo, los investigadores e investigadoras pudieron observar cómo los animales previamente infectados eran capaces de contener la replicación viral tras una segunda exposición, lo que sugiere una «respuesta inmunitaria inducida».
El estudio también sugiere que la lucha por los recursos y la maquinaria celular entre las moléculas de ARN producidas por el propio organismo (endógenas) y los ARN que el virus introduce durante una infección podría modular la eficacia del mecanismo de interferencia por ARN (RNAi), del que depende la respuesta inmunitaria de C. elegans.
Esta conclusión abre nuevas vías para investigar cómo los virus interfieren con los mecanismos de defensa del hospedador. «Descubrir un mecanismo evolutivamente conservado que permita entender porque la interacción entre un huésped y sus virus resulta en una infección latente o en una infección aguda tiene relevancia para el diseño de nuevas terapias y el control de epidemias«, declaró F. Elena.