La Organización Mundial de la Salud define autoestima como ‘estado absoluto de bienestar, desde el punto de vista social, físico y psicológico’. Y es que la autoestima bien trabajada es el mejor arma para defendernos de las contingencias del día a día, en cualquiera de los frentes, puesto que genera una confianza en nosotros mismos que nos apuntala contra cualquier problema que pueda afectar a nuestra salud mental.
Así pues, como la autoconfianza y la autoestima van de la mano, la psicóloga de la Universidad de Harvard, doctora Cortney Warren, nos invita a trabajarla decididamente, afirmando que existen una serie de hábitos y frases sencillas que repiten las personas seguras de sí mismas, y que pueden ayudarnos a ponernos en ese ‘mood’ a base de practicarlas. ¿Cuáles son esas frases ‘mágicas’?
«No», esa palabra tan efectiva que no todos saben pronunciar
La primera frase en la que pone el foco la doctora de Harvard, esa que pronuncian la mayoría de las personas con alta autoestima, es sencillamente ‘no’. Saber negarse a un plan, una propuesta o una imposición es un acto de respeto hacia uno mismo, que debe sortear algunas trabas sociales existentes hoy en día.
Tener la clarividencia y la capacidad suficiente como para establecer límites que queden claros para todos, a la larga, nos ayudará a establecer relaciones sanas, y sobre todo equilibradas. Las personas con seguridad emocional saben como decir ‘no’ sin sentirse culpables por ello, y eso es lo que deberíamos hacer todos según la psicóloga. Ese ‘no’ muestra un gran respeto por nosotros mismos, por contradictorio que parezca.
«Me siento orgulloso de lo que soy»
Aprender a aceptarnos tal y como somos es una virtud, que no significa que no nos esforcemos por mejorar las cosas que no nos gustan. Ocultar nuestra verdadera personalidad o cambiar de versión sólo por sentirnos aceptados por el grupo, al final, es negativo. Fomentar las relaciones auténticas desde el principio va a mantener tu autoestima a salvo, sin importarte lo que los demás piensen de ti.
El amor propio es una parte importante de la seguridad en uno mismo, y las personas seguras están orgullosas de cómo son y lo que han conseguido, sin compararse con nadie y sin falsa modestia.
«Siento mucho que te sientas mal… ¿puedo ayudarte?»
La empatía es un sentimiento fundamental para trabajar la autoestima, porque demostrar que estamos dispuestos a entender a los demás está revelando en realidad que no tenemos ningún problema con nosotros mismos, que estamos seguros y no practicamos la envidia. Como dice la doctora de Harvard, «al final, las personas con la autoestima alta son gente con la que se puede contar siempre».
«Voy a intentarlo»
Que una persona esté muy segura de sí misma se suele traducir en la necesidad casi obligatoria de probar cosas nuevas y arriesgarse en la vida, ser atrevidos. A este perfil de población no les paraliza el miedo al fracaso, y se empeñan en conseguir sus metas con una actitud proactiva. Cuando sientes que has sido capaz de superar un obstáculo, vuelves a darle un ‘chute’ a tu autoestima, alimentándola.
La frase «¡lo intentaré!» refleja una mentalidad resiliente que modifica los fracasos en lecciones de vida, fortaleciendo la determinación y la capacidad de recuperación. Además, confiar en uno mismo tiene mucho que ver con ser optimista y no rendirse a la primera de cambio.
«Deja que piense en ello antes de responder»
No responder a lo loco y tomarse un tiempo para pensar cuál es la mejor respuesta, desde la calma y sin dar alas a la precipitación es otra de las cualidades de las personas con alta autoestima. De esta manera, se demuestra un mayor control emocional, lejos de la impulsividad y la improvisación. Lo bueno de tener la autoestima alta es que se piensan las respuestas desde diferentes perspectivas.
Esta frase también demuestra que estos perfiles no se dejan arrastrar por la presión. Pensar la respuesta, anunciándolo previamente, les va a dar una mayor credibilidad, algo que a la larga va a fomentar una comunicación más confiable.