El Boeing 737-800 volaba de Tailandia a Muan, Corea del Sur, el 29 de diciembre con 181 pasajeros y tripulación cuando aterrizó en el aeropuerto de Muan y explotó en una bola de fuego después de estrellarse contra una barrera de hormigón en el que fue el peor desastre aéreo jamás ocurrido en suelo surcoreano.
«Se consideró necesaria una mejora, incluido el localizador y sus cimientos, para un total de nueve instalaciones en siete aeropuertos, incluido el aeropuerto de Muan», ha señalado el Ministerio de Tierra en un comunicado. Los cambios también se aplicarían a los aeropuertos internacionales de las ciudades de Jeju y Gimhae.
Los investigadores surcoreanos y estadounidenses todavía están investigando la causa del accidente, que provocó un gran duelo nacional con monumentos conmemorativos instalados en todo el país.
La atención se ha centrado en varias causas posibles, pero han surgido dudas sobre por qué la barricada de hormigón, conocida como localizador y utilizada para ayudar a los aviones a navegar en sus aterrizajes, estaba al final de la pista, lo que agravó las consecuencias del accidente.
El ministerio dijo que finalizaría los planes para adaptar los localizadores a finales de enero, con el objetivo de «completar las actualizaciones dentro de este año».
Las cajas negras dejaron de grabar
La investigación se vio aún más empañada el sábado cuando el Ministerio de Transporte dijo que las cajas negras que contenían los datos del vuelo y las grabadoras de voz de la cabina del vuelo estrellado dejaron de grabar cuatro minutos antes del desastre.
Las autoridades allanaron oficinas en el aeropuerto de Muan, una oficina regional de aviación en el condado suroeste, y la oficina de Jeju Air en la capital, Seúl, mientras continúa la investigación. El Ministerio de Tierra ha añadido que el período de cierre del aeropuerto de Muan se ha ampliado hasta el 19 de enero.