Publicado: octubre 30, 2025, 6:18 pm

El Palacio de Buckingham ha confirmado que el Rey Carlos III ha iniciado el proceso formal para retirar los títulos y honores del Príncipe Andrés, incluido el de príncipe, que a partir de ahora «pasará a llamarse Andrew Mountbatten Windsor». La medida, según … fuentes citadas por la prensa local, supone la pérdida definitiva de los privilegios institucionales que el ‘hijo favorito’ de Isabel II aún mantenía desde su retirada de la vida pública en 2019.
Andrés nació príncipe como hijo de una monarca reinante. Ese estatus es de nacimiento, por lo que morirá como tal. Sin embargo, el uso público y legal del título sí puede ser retirado por decisión del Rey, que es lo que acaba de hacer Carlos III. Por sangre seguirá siendo príncipe, pero por protocolo y ley dejará de serlo.
En el comunicado del Palacio de Buckingham también se dice que Andrés, de 65 años, deberá abandonar la mansión de Royal Lodge, en Windsor. Según se conoció a última hora de la tarde del viernes, ya se le habría entregado una notificación oficial para que «renuncie a su contrato de arrendamiento y se traslade a una vivienda privada alternativa», que según la BBC podría ser la finca real de Sandringham, en Norfolk, financiada de forma privada por el Rey. El texto subraya que las medidas «se consideran necesarias» pese a que el príncipe «continúa negando las acusaciones en su contra».
La orden de abandonar Royal Lodge representa un cambio de gran alcance. La propiedad, de más de 30 habitaciones y rodeada de jardines, pertenece al Crown Estate, la entidad que gestiona los bienes de la Corona. Andrés la ocupa desde 2003 en virtud de un contrato de arrendamiento a 75 años que le permitía residir allí hasta 2078, tras pagar una prima inicial y asumir el coste de las reformas, valoradas en unos 7,5 millones de libras esterlinas. Ese acuerdo le otorgaba protección legal para permanecer en la residencia incluso después de haber dejado de ejercer funciones oficiales.
Sin embargo, fuentes de Buckingham han confirmado que el contrato deberá ser rescindido. La notificación formal de entrega ya ha sido servida, lo que implica que el duque deberá abandonar la vivienda. El Palacio no ha confirmado cuál será su nuevo lugar de residencia ni las condiciones en que se producirá el traslado.
Pérdida de privilegios
Andrés renunció a sus otros títulos reales el pasado 17 de octubre, incluido el de duque de York, tras conocerse nuevos datos sobre su relación con el caso Epstein y después de mantener, según sus propias palabras, una «conversación con el Rey».
El comunicado difundido por Buckingham Palace añade un mensaje de apoyo a las víctimas de abuso, al señalar que «Sus Majestades desean dejar claro que sus pensamientos y su más profunda simpatía están, y seguirán estando, con las víctimas y los supervivientes de cualquier forma de abuso». La frase busca enmarcar la decisión dentro de un contexto institucional más amplio, sin aludir directamente a las acusaciones que motivaron el distanciamiento de Andrés.
Con esta decisión, Andrés de York pierde las prerrogativas que aún lo vinculaban institucionalmente con la monarquía, como el uso del tratamiento de «Su Alteza Real», los títulos de duque de York, conde de Inverness y barón Killyleagh, y las condecoraciones honoríficas que conservaba de manera simbólica.
Cabe destacar que varios diputados han impulsado en paralelo una moción parlamentaria para formalizar la retirada de los títulos nobiliarios, lo que podría completarse en las próximas semanas.
La pérdida de Royal Lodge se suma a la retirada de la protección oficial que acompañaba a su condición de miembro de la familia real. Según ‘The Guardian’, el Rey Carlos III había ordenado el año pasado la cancelación del contrato de seguridad privada financiado por el Palacio, anticipando la reducción de sus privilegios. Con la decisión de este viernes, el Príncipe pierde también la escolta permanente sufragada con fondos públicos, medida que ya se aplicó en el caso del príncipe Harry tras su renuncia a las funciones oficiales en 2020. A partir de ahora, Andrés deberá costear su propia protección y seguridad.
El príncipe Andrés se retiró de la vida pública en noviembre de 2019 tras su entrevista con la BBC sobre su relación con Jeffrey Epstein. En 2022 alcanzó un acuerdo extrajudicial con Virginia Giuffre, quien lo había acusado de abusos sexuales, un cargo que él ha negado en todo momento. Desde entonces, su papel dentro de la familia real se ha limitado a actos estrictamente privados.
 
			
 
  
  
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		