Publicado: noviembre 3, 2025, 6:06 pm

Un cabo primero de Carabineros fue acusado de formar parte de una banda que realizaba asaltos y quitadas de droga mientras se hacían pasar por funcionarios de la institución.
El uniformado, identificado como Lucio Orellana Ibáñez, usaba licencias médicas falsas para ausentarse del trabajo y poder participar en los delitos.
El caso se descubrió gracias a un asalto frustrado ocurrido el 18 de enero en Peñalolén, en el que cinco hombres llegaron en un furgón a una casa, vestidos con uniformes institucionales y fingiendo ser parte de un procedimiento policial.
Sin embargo, al notar el agresivo comportamiento de los sujetos, el dueño de casa llamó a Carabineros, lo que hizo que los falsos funcionarios escaparan del lugar y comenzara una persecución policial que culminó en La Florida.
Dentro del vehículo abandonado la policía encontró armas, uniformes y dos teléfonos, de los cuales uno de ellos pertenecía a Orellana, quien trabaja en la subcomisaría de Requínoa, en la región de O’Higgins.
Los peritajes mostraron que un día antes del asalto el funcionario intentó conseguir una licencia médica para ausentarse y participar en el robo. En los mensajes analizados, Orellana le decía a uno de sus compañeros que quería quedar libre para «trabajar», una palabra que usaban como código para referirse a los asaltos.
Según dio a conocer Chilevisión, el carabinero también habría usado el sistema interno AUPOL —de acceso exclusivo para la policía uniformada— para obtener información sobre las víctimas y compartirla con sus cómplices.
Por otro lado, el Ministerio Público amplió la investigación para determinar si existen más funcionarios involucrados en la banda, dado que los mensajes y registros telefónicos revelan una estructura organizada que contaba con apoyo desde dentro de la institución. Durante la formalización, el fiscal señaló que los delincuentes mencionaban a otros uniformados y destacaban la coordinación en sus acciones.
			