Publicado: septiembre 5, 2025, 1:59 pm
«Lacaya y subversiva», así catalogó el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, a la líder del grupo disidente Damas de Blanco, Berta Soler, galardonada este miércoles con el Premio Solidaridad Lech Walesa (Polonia).
La respuesta de Soler fue afirmar que «mienten y manipulan» … la información los gobernantes del país pues se trata de «un reconocimiento a 22 años de lucha de las Damas de Blanco, pero también a 66 años de resistencia en contra de la dictadura comunista en Cuba», por lo que nada tiene que ver con la supuesta «agenda corrupta y anticubana».
Soler no pudo asistir a la ceremonia de premiación, desarrollada en Miami – y que incluso contó con la presencia del secretario de Estado de EE.UU. Marco Rubio-, porque el régimen cubano le impone «la salida sin retorno», lo cual ella y su esposo, el exprisionero político de la Primavera Negra, Ángel Moya, no aceptan. Incluso si eso ha representado la lejanía de sus hijos, quienes pudieron salir al exilio hace diez años, y de que tenga nietos a los que no conocen. «El amor por la patria es lo que me hace mantenerme aquí», aseguró.
Oficiales de la Seguridad del Estado tienen sobre Soler vigilancia constante, frente a la sede de la organización han apostado cámaras de seguridad, a ella y a su esposo los siguen a todos lados, los graban con sus teléfonos y los detienen para evitar que cada domingo asistan a misa para orar por los presos políticos y por la libertad de Cuba.
Durante la premiación, le cortaron el acceso a internet y apostaron varias patrullas policiales en los alrededores para impedirle salir a la calle y/o bloquear el acceso de la prensa. Pese a esto -y al peligro de ser yo detenida- pude llegar hasta la vivienda y conversar con ella.

Soler junto a su esposo, el ex-preso político Ángel Moya
–¿Qué es lo que hacen las Damas de Blanco que tanto preocupa al régimen cubano?
–Nosotras somos defensoras de los derechos humanos. Nuestro activismo inició en 2003, cuando encarcelaron a 75 opositores, nosotras éramos sus esposas, hijas, madres o hermanas. Simplemente, nos uníamos para ir a misa a rezar por ellos; después salíamos a marchar pacíficamente, vestidas de blanco, algunas con fotos de presos políticos, flores en las manos, a veces repartíamos folletos con la Declaración Universal de Derechos Humanos. Así nos mantuvimos varios años, pese a que nos golpeaban, nos hacían actos de repudio, nos detenían y amenazaban.
»Después de la visita del entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama (2016), a Cuba, ya no nos permitieron asistir a misa, ya ni siquiera nos dejan salir de nuestras casas porque inmediatamente somos detenidas.
»El régimen ha utilizado más de veinte métodos represivos para desmembrar, desacreditar y acabar con las Damas de Blanco. Por ejemplo, detenciones de más de 72 horas, a algunas las han puesto dentro de coches de patrulla herméticamente cerrados para que tengan sensación de asfixia; también cogen a los hijos jóvenes, les fabrican delitos y los llevan a prisión; han llevado a la cárcel a muchas Damas de Blanco también para que desistan de su activismo; a los hijos menores de edad tratan de ponerle trabas en las escuelas para que suspendan; en las redes sociales crean falsos testimonios para desacreditarnos.

«Seguimos firmes, luchando y resistiendo. Por eso es que el régimen cubano arremete contra nosotras»
Berta Soler
Líder de la disidencia cubana
»A mí me han llegado a golpear. En una ocasión me hicieron una laceración en un ojo. Me han arrastrado, y eso le ha pasado a muchas Damas de Blanco. Y las detenciones cada domingo son violentas: varias mujeres vestidas de civil, fuertes y más altas que yo, me agarran por el cuello, casi asfixiándome, y me llevan a rastras o en punta de pie para la patrulla.
»Actualmente, tenemos dos Damas de Blanco cumpliendo injustas condenas por manifestarse pacíficamente el 11-J: Sissi Abascal y Saily Navarro. Jóvenes muy valientes a las que no han podido doblegar. Somos alrededor de 38 Damas de Blanco en el país. Quedamos pocas, pero seguimos firmes, luchando y resistiendo. Por eso es que el régimen cubano arremete contra nosotras.
–Tras las protestas del 11-J hay muchos más presos que en la Primavera Negra de Cuba (2003), actualmente se contabilizan en más de mil. Sin embargo, las madres y esposas no han logrado una articulación similar a la de las Damas de Blanco. ¿Por qué cree que ha sido así? ¿Qué les recomendaría a los familiares de los presos políticos?
–Es una lástima que, salvo algunas excepciones, los familiares no protesten ni denuncien lo que está pasando con sus seres queridos. Ese miedo tienen que vencerlo porque sus familiares están presos injustamente y se los pueden matar. El miedo más grande es que te avisen de que murió o que asesinaron o golpearon a un familiar tuyo en prisión. Algunas lo hacen, pero si lo hicieran en grupo sería mucho mejor.
»Eso fue lo que hicimos las Damas de Blanco y logramos que excarcelaran a nuestros seres queridos antes de cumplir sus condenas. Debemos tener en cuenta que gran parte del Grupo de los 75 tenían condenas de 20 e incluso 28 años de prisión, como José Daniel Ferrer, quien está nuevamente encarcelado.
«La familia es la principal fortaleza del preso político, por eso deben salir a defenderlos»
Berta Soler
Premio Solidaridad Lech Walesa 2025
»A las Damas de Blanco nos unió el dolor y el amor a nuestras familias, la mayoría de nosotras ni siquiera militábamos en alguna organización ni partido político. Con nuestra persistencia y resistencia logramos que los liberaran a menos de 8 años de estar en prisión, si nosotras pudimos, las madres y familiares de presos del 11-J también lo pueden hacer.
»La familia es la principal fortaleza del preso político, por eso deben salir a defenderlos. Mi recomendación es que deben unirse, denunciar, protestar tanto en las prisiones como en las instituciones del Estado, hacerse escuchar, llamar la atención. Pero unidos, porque solos es mucho más fácil para el régimen desarticularlos y reprimirlos.