Publicado: junio 15, 2025, 4:12 pm
Las relaciones de pareja pueden pasar por muchas situaciones que es preciso analizar para evitar que puedan surgir todo tipo de problemas. La mala comunicación, en muchos casos, suele acabar trayendo precisamente varios conflictos. Es importante, por ejemplo, no pedir algo a nuestra pareja de manera pasiva-agresiva solo por el hecho de que se sienta presionado a hacerlo.
Eso es lo que se conoce como dry begging, una conducta que ocurre muy a menudo en muchas relaciones sentimentales y que los expertos comienzan ya a hablar de este comportamiento como una amenaza silenciosa. Concretamente, el término hace referencia a aquellos momentos en los que, a diferencia de pedir las cosas de manera directa, se solicitan de otra forma, insinuando necesidades sin verbalizarlas de forma clara.
Ello alude a frases como «supongo que me tocará a mà otra vez poner la lavadora» o «la mayorÃa estarÃa feliz de tener a alguien que hiciera eso por ellos». Asà lo expone un artÃculo reciente del New York Post sobre esta conducta.
Tal y como explica el terapeuta Darren Magee, el dry begging se trata de una conducta que funciona «explotando las señales emocionales o sociales sin hacer una petición directa». El objetivo de todo ello es generar una «sensación de obligación a los demás», ya que al utilizar este tipo de comportamientos estamos apelando a la culpa del otro.
Sin embargo, no siempre que se utilizan este tipo de frases se hace mala intención ya que, muchas veces se recurre a él por simple miedo a que al pedir las cosas de forma directa nos llevemos una negativa directa. A pesar de todo ello, Magee advierte que se puede convertir en una herramienta de manipulación. De hecho, es bastante normal que las personas narcisistas recurran a ella.
«Los narcisistas suelen tener una imagen frágil de sà mismos y evitan pedir ayuda directamente para no parecer vulnerables o dependientes. El dry begging les permite mantener su sensación de superioridad sin mostrar debilidad», expresa el experto.
Como remarcan los expertos, el principal problema que lleva a recurrir a esta conducta es que las parejas no desarrollen una comunicación clara y directa, lo que lleva generalmente a malentendidos y resentimientos acumulados. En última instancia, puede generar incluso la ruptura de la pareja.
Cómo evitar este tipo de conductas
Como explica Magee, si queremos evitar que esto se produzca la clave pasa por detectar si este patrón existe realmente en la relación y analizar con qué constancia se produce, es decir, si se repite continuamente. AsÃ, el experto aclara que si uno de los dos siente que tiene que estar constantemente interpretando indirectas en su relación puede ser momento de hablar de ello.
Ante este escenario, los psicólogos recomiendan mantener una conversación calmada y honesta sobre los sentimientos de cada uno, evitar los reproches y establecer lÃmites que sean sanos para ambos. La clave, aseguran, es expresar las necesidades de forma directa y sin recurrir a juegos emocionales.
«No se puede leer la mente», destaca Magee, quien recalca que intentar que el otro adivine lo que uno necesita no solo es injusto, sino que puede erosionar el vÃnculo. AsÃ, como expone, las parejas más sanas no son las que no discuten, sino que las que se comunican con honestidad, con respeto y claridad.