Publicado: marzo 18, 2025, 11:07 am
Unos 6.000 jóvenes se someten a pruebas cada año, en un centro de evaluación de la Bundeswehr en Colonia, para determinar si son aptos para la carrera militar. La cifra está lejos de cubrir los nuevos objetivos. «Necesitamos más de 200.000 soldados y, … si miramos hacia el verano, en la próxima cumbre de la OTAN, probablemente se fijarán objetivos de 250.000 a 260.000«, estima Marcel Bohnert, de la Asociación de la Bundeswehr.
Esos 200.000 militares significa cuadruplicar los 50.000 reservistas con que cuenta Alemania actualmente, según cifras no oficiales.
El proyecto para la vuelta del servicio militar obligatorio está redactado y en un cajón del ministro de Defensa, Boris Pistorius, porque desde su abolición en 2011 se vendieron cuarteles y terrenos, se eliminaron cargos militares adjudicados y figuras de entrenamiento.
Reponer la infraestructura necesaria llevará años y la urgencia de aumentar las tropas disponibles ha llevado a una solución provisional. El Ejército alemán triplicará el número de reservistas y ofrece a civiles cursos de tres semanas de duración en los que pueden recibir la instrucción militar básica.
El fin de semana pasado, Daniel Gay aprendió a esconderse rápidamente bajo una red de camuflaje, junto con otros camaradas reservistas de Karlsruhe. Desde su escondite, manejaban varios drones al mismo tiempo para monitorear un área de varios kilómetros cuadrados. El objetivo del ejercicio era evitar que las fuerzas enemigas entren en la zona demarcada.
También está recibiendo formación sobre las estructuras jerárquicas del Ejército y realizando prácticas de tiro con diversas armas, servicio médico y orientación en el campo.
Hace 20 años, se negó a servir en las Fuerzas Armadas y se declaró objetor de conciencia. «Un error», reconoce hoy este padre de tres hijas, que cambió de idea el mismo día en que las tropas rusas entraron en Ucrania «porque, maldita sea, eso nos puede pasar a nosotros también». Los reclutas completan 164 horas de entrenamiento: desde cavar una posición en el duro suelo del bosque con la pala, hasta manejo de tecnología militar de última generación.
Tres semanas para convertirse en reservista
El próximo curso de formación comienza a finales de abril, con 70 hombres y 5 mujeres asignados. Apenas cuatro días después del primer bloque de entrenamiento, prestarán juramento como soldados: «Servir fielmente a la República Federal de Alemania«. Desde ese momento serán soldados en la reserva y podrán ser movilizados en caso de necesidad.
Solo son admitidos aquellos que se encuentren física y mentalmente aptos y pasen el control de seguridad. Los aspirantes tienen una edad promedio de alrededor de 40 años, tienen un trabajo y muchos también familia. En caso de emergencia, se supone que deben proteger infraestructuras críticas: centrales eléctricas, hospitales u oleoductos. Acceder a estos cursos para no iniciados lleva meses de espera, como les ha ocurrido a Alexander Eckstein y Robin Herbig, de 25 años y que estudian en Múnich. «Nos informaron que no había cursos de acceso para todos los solicitantes y hemos estado desde 2023 en la lista de espera», lamentan.
Aumentar el número de reservistas sería mucho más rápido y sencillo si fuera posible movilizar a los alemanes que anteriormente han servido en las Fuerzas Armadas y que cuentan ya con la instrucción necesaria.
Problemas burocráticos
Pero la Bundeswehr se ha topado aquí con un serio problema burocrático: no puede llamar a muchos soldados inactivos porque no tiene datos de contacto actualizados y porque la Ley de Protección de Datos es un impedimento.
Para Marc Lemmermann, antes piloto de helicóptero y ahora oficial en la reserva y presidente de la Asociación de Reservistas de Schleswig-Holstein, «es una situación absurda». Tras la suspensión del servicio militar obligatorio en 2011, también se disolvieron las oficinas militares sustitutas de distrito, que se encargaban de registrar las direcciones de los reservistas y mantenerlas actualizadas. La base de datos fue destruida y la Bundeswehr no puede ahora consultar legalmente las direcciones de registro de residentes. «Tenemos unos 115.000 reservistas, 3.800 de ellos en Schleswig-Holstein, pero no se les puede llamar», describe, y calcula que un nivel mínimo sano de reserva equivale a dos reservistas por cada soldado en activo.
Lemmermann llama a los empresarios alemanes a permitir bajas laborales para formación militar. «Es el principal obstáculo, los problemas que te ponen en el trabajo, cuando en Estados Unidos, por ejemplo, ese tiempo se concede automáticamente».
Otro obstáculo es la exclusión de los alemanes que sirvieron en la NVA, las fuerzas armadas de la RDA, la Alemania comunista, que no son considerados para la reserva en la la Bundeswehr. La tarjeta de servicio militar de la RDA es un recuerdo histórico, nada más. Como esta reticencia no es el todo compatible con la Ley Fundamental, probablemente se reducirá su participación en la reserva a un deber general de servicio, que incluiría actividades de protección civil y control de desastres.
Varias asociaciones de reservistas han llamado la atención sobre la conveniencia de someter a los aspirantes a un control de seguridad por parte del Servicio de Contrainteligencia Militar (MAD), pero este servicio no está en condiciones de llevar a cabo un número tan elevado de controles en poco tiempo.
