A solo doce kilómetros de la región rusa de Kursk, donde las tropas ucranianas entraron en agosto, en Stetskivka se construye una escuela subterránea y un equipo de Cáritas reparte ayuda entre ancianas bajo las explosiones
Olga tiene 70 años y vive con su perro Barbos y sus cinco gatos, Dimoshka, Goshka, Knopka, Kroshka y Kukla, todos ellos rescatados de las calles de Stetskivka. «Los perros tienen buen oído y es Barbos quien me avisa del peligro», dice Olga. «Cuando …
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