Publicado: noviembre 20, 2025, 9:27 pm

Tras iniciar este jueves la etapa final de la tramitación del proyecto de Ley de Presupuesto para el año 2026, y con solo nueve días restantes para cumplir con el plazo constitucional, el Senado decidió priorizar la votación de partidas con menor controversia y escasas indicaciones y aprobó rápidamente los presupuestos para el Servicio Electoral, Bienes Nacionales, el Ministerio Público, el Ministerio de Ciencias y el Ministerio de Agricultura.
Esta discusión clave se produce tras un evento inédito en la Cámara de Diputadas y Diputados, donde fueron rechazadas un total de 14 partidas, incluyendo los presupuestos de 11 ministerios, además de la Presidencia de la República, los gobiernos regionales y el tesoro público.
El rechazo se basó en dudas de la oposición respecto a la proyección de ingresos y en críticas del oficialismo que apuntaban a un presunto debilitamiento de programas sociales en el contenido del proyecto.
Gobierno defendió ajustes
El ministro de Hacienda, Nicolás Grau, intervino en la Sala del Senado para advertir sobre las graves consecuencias que podría acarrear un nuevo rechazo de las partidas sensibles en esta nueva etapa y reiteró la disposición del Ejecutivo al diálogo, al explicar que ya se han realizado modificaciones al proyecto con el fin de liberar y redistribuir recursos, atendiendo a algunas de las exigencias planteadas por los parlamentarios.
Como parte de estas concesiones, el jefe de las arcas fiscales detalló que se buscó acotar los sueldos más altos del Estado mediante una nueva reducción en las funciones críticas: «Las funciones críticas ya estaban reducidas en un 10% en nuestro proyecto original. Se redujo 10 puntos porcentuales más; es decir, la reducción final es de un 20% y eso permite del orden de 3.000 millones de pesos más que se pusieron a disposición para poder reforzar ciertos programas sociales«, precisó.
«Es por eso que los cambios que hemos hecho en materia social los hemos hecho sin aumentar el marco de gasto», agregó Grau.
Críticas y atadura reglamentaria
Pese a los ajustes del Gobierno, la tramitación comenzó con críticas transversales, particularmente en las áreas que fueron rechazadas en la Cámara, como la atención primaria de salud, el combate al crimen organizado y el ajuste al sector público.
El senador José García Ruminot (RN) cuestionó la falta de recursos para el reajuste del sector público y la deuda flotante, mientras que su par Iván Flores (DC) calificó el recorte del 30% en el programa de crimen organizado como «brutalmente contrario a la urgencia».
Un punto de inflexión en el Senado es la atadura reglamentaria que restringe a los parlamentarios frente a las partidas rechazadas. El presidente en ejercicio del Senado, Ricardo Lagos Weber (PPD), explicó que uno de los efectos del rechazo es que esas partidas se tienen «por no existentes y no pueden ser indicadas y menos la solicitud de votación separada».
«La única forma de modificar eso sería con la unanimidad de los comités existentes para modificar el reglamento», señaló el titular provisional de la Cámara Alta.
Negociaciones a contrarreloj
Es en la búsqueda de esa unanimidad —y el consecuente rescate de las partidas rechazadas— donde el Gobierno deberá negociar intensamente durante los próximos días, particularmente durante el fin de semana.
Se estima que el éxito de esta negociación dependerá del grado de acuerdo al que se llegue sobre temas sensibles, como la glosa republicana, el per cápita en salud primaria y las asignaciones de los expresidentes, evitando así que las partidas rechazadas se repongan sin modificaciones y vuelvan a ser rechazadas por la Cámara Alta.
