Publicado: noviembre 11, 2025, 5:21 pm
Dos masacres en la cárcel de Machala, capital de la provincia costera de El Oro, al sur del país, dejó 32 muertos y 34 heridos, en una jornada de horror que ha consternado al país, donde la violencia del crimen organizado vinculada al … narcotráfico es imparable. La mayoría de los presos fueron hallados muertos por asfixia, colgados en sus celdas.
El primer incidente se reportó durante la madrugaba del domingo, y fueron los vecinos del sector donde se encuentra la cárcel quienes, tras escuchar sonidos de disparos, explosiones y gritos de auxilio proveniente del interior del centro penitenciario, quienes alertaron. De inmediato, unos 350 agentes policiales y militares se movilizaron al lugar, e ingresaron a la cárcel donde encontraron cuatro muertos y 34 heridos. El operativo se había prolongado por varias horas; pero, siete horas después, ya durante la noche del domingo, y cuando las fuerzas del orden habían retomado el control total del centro carcelario, se encontraron con el horror de 27 reclusos muertos por asfixia colgados en sus celdas.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) informó del suceso, en un escueto comunicado, y habló de la muerte por asfixia, sin dar mayor detalle. Fueron los familiares quienes contaron cómo se habrían producido las dos masacres, que se atribuye a la disputa entre las organizaciones narcoterroristas de Los Lobos y Los Lobos Box, que compiten por el control del negocio de la droga en las calles y las rutas para comercializar. Recién en septiembre pasado, en otro enfrentamiento, en esta misma cárcel, hubo 14 muertes, entre ellos un funcionario penitenciario.
Las autoridades locales consideran que el problema comenzó por la reorganización y traslado de los recursos a la nueva cárcel de máxima seguridad en la provincia de Santa Elena, lo que fue corroborado por el ministro del Interior, John Reimberg.
En Ecuador, desde 2024, por disposición del presidente Noboa, las cárceles están bajo el control de los militares, pero, en agosto pasado, algunas han sido trasladas a la Policía, como es el caso de la cárcel de Machala, escenario de la más reciente masacre. En una requisa, tras horrendos sucesos del fin de semana, se encontró armas de fuego, municiones y explosivos de fabricación casera.
Jorge Glas, trasladado de cárcel
En una operación no exenta de riesgos de seguridad, el Gobierno de Noboa trasladó, este lunes 10 de noviembre, a más de 300 reclusos considerados de alta peligrosidad a la cárcel del Encuentro, construida en esta Administración, en la comuna Juntas del Pacífico, en Santa Elena, y que tendrá capacidad para 800 personas. El ministro del Interior, John Reimberg, dijo a un medio local que el proceso se hizo sin previo aviso para evitar filtraciones e incidentes.
En ese nuevo centro está, desde el domingo pasado, el exvicepresidente Jorge Glas quien, en abril de 2024, fue sacado por la fuerza de la embajada de México, donde se había refugiado y pedido asilo político a pesar de tener sentencias por corrupción. Todos los presos de La Roca, la cárcel de mayor seguridad, donde estaba recluido Glas, así como de otras provincias, fueron llevadas a Santa Elena. Reimberg anunció que en La Roca se harán trabajos y que para eso necesitaban que esté vacía.
Imágenes de la nueva cárcel mostraron a los presos con uniforme naranja y rapados la cabeza, similar al que llevan los presos del Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), que impuso el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y que se pensaba se emularía en Ecuador. La llamada cárcel del Encuentro es la primera de las tres que Daniel Noboa prometió construir, aunque su idea original, dicha en campaña, era la instalación de cárceles flotantes en el Pacífico.
