Publicado: noviembre 10, 2025, 1:18 am

Esta semana está prevista una votación en el Parlamento Europeo que puede determinar el futuro de la legislatura. La decisión sobre la posición de la Eurocámara en las negociaciones para aprobar el segundo «paquete ómnibus» que incluye medidas para simplificar la vida de … las empresas y flexibilizar la política energética, ha creado una situación inédita en la que la cooperación entre populares y socialdemócratas está en el aire.
Los populares europeos han hecho de esta votación un objetivo alineado con sus promesas a los electores para mejorar el clima de los negocios en la UE. En la primera votación el mes pasado, fue rechazada la propuesta pactada entre populares y socialistas, que forman el núcleo político que garantiza la estabilidad en la UE, a causa del voto negativo de una parte de los diputados socialdemócratas. Durante las últimas semanas, la posibilidad de que los populares hubieran decidido formar una mayoría con los tres grupos de ultraderecha ha sobrevolado en Bruselas, a pesar de que como reconocen fuentes del PPE «eso habría supuesto la ruptura de la legislatura y probablemente la caída de la Comisión».
La aprobación de este paquete legislativo se puede considerar como una parte de las recomendaciones del ex primer ministro italiano Mario Draghi, y su informe sobre la necesidad de aumentar la competitividad de la industria europea. El canciller alemán, Friedrich Merz, consideró «!una catástrofe» que no se hubiera aprobado en el pleno de octubre a causa de los diputados socialistas que no respetaron la disciplina de voto e hizo constar su irritación cuando llegó al Consejo Europeo.
Weber tensa la cuerda
Algunos medios recuerdan que ya en mayo el portavoz del grupo popular, el también alemán Manfred Weber, empezaba a definir una posición pragmática ante la aritmética parlamentaria. «Me encantaría ver una situación diferente en el Parlamento Europeo pero los legisladores de extrema derecha están aquí, tienen derecho a voto y el PPE tiene un principio fundamental que es cumplir sus promesas», lo que se interpretó como una velada amenaza sobre la mayoría proeuropea con socialistas y liberales.
Sin embargo, eso no va a suceder o al menos no será de forma deliberada. Después del fracaso de la propuesta negociada con el grupo socialista, el PPE ha preparado en solitario una serie de enmiendas para relajar las normas medioambientales, en la confianza de obtener el apoyo de una mayoría clara y sin mirar de dónde vienen esos votos.
Jörgen Warborn, el negociador del PPE en este asunto ha explicado que «nosotros seguiremos adelante y presentaremos únicamente nuestras propias enmiendas» que pensamos que son razonables, y confío en que con ellas lograremos la mayoría necesaria para iniciar rápidamente las negociaciones con el Consejo«.
La clave puede ser que esas enmiendas presentadas por los populares se parecen mucho a las que ya han apoyado los Conservadores y Reformistas (ECR) de Giorgia Meloni, los extremistas de Patriotas por Europa (donde milita Vox) y Europa de las Naciones Soberanas.
Los socialistas, los liberales y los verdes le reprochan a los populares que no hayan negociado esas enmiendas con ellos y la respuesta es que no las han negociado con nadie, a pesar de que al menos desde ECR se han declarado públicamente a favor de hacerlo con los populares.
Retrasos
La francesa Aurore Lalucq, del grupo socialdemócrata y presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos y Sociales (ECON) del Parlamento Europeo, se defiende ed las críticas que apuntan al grupo socialista como fuente de los retrasos en la aprobación de este paquete. «Nos eligen los ciudadanos europeos para hacer nuestro trabajo, les guste o no -afirma- y en las negociaciones a tres bandas, ¿quién bloquea constantemente el progreso, quién tiene que consultar continuamente a las capitales? pues es siempre el Consejo». Por su parte, el socialista Bernd Lange, presidente de la Comisión de Comercio Internacional (INTA) dice que se debe al «grave problema que supone la complejidad» del paquete legislativo.
La estabilidad de las instituciones europeas se basa en la coexistencia dentro de una mayoría estable de los socialistas, liberales y populares. Sin embargo, también existe una mayoría clara que incluye al PPE con los tres grupos de ultraderecha y que se conoce como ‘mayoría Venezuela’ porque se ha impuesto cuando los socialistas se han sumado a la extrema izquierda para evitar condenar a la dictadura que existe en aquel país. Hasta ahora, el PPE ha mantenido su posición de respetar el acuerdo de legislatura con los socialistas y ni siquiera en este caso ha llegado a romperlo.
Sin embargo, es muy posible que en la votación se produzca en los hechos una suma de los votos de la extrema derecha con los del PPE lo que corre el riesgo de tener consecuencias para la estabilidad de la mayoría de centro.
La eurodiputada ecologista danesa Kira-Marie Peter-Hansen, que es la representante de su grupo en este asunto, ya ha advertido que le parece «vergonzoso que el PPE haya cerrado la puerta a cualquier diálogo y ha preferido quedarse solo y resentido, en lugar de formar parte de la solución».
