Publicado: noviembre 8, 2025, 4:00 pm
Cuando la psicología habla de lenguaje corporal está hablando de la comunicación no verbal expresada a través de gestos, posturas, expresiones faciales o movimientos que a menudo esconden emociones y sentimientos. En España, algunos de estos gestos se tienen asimilados como una parte comunicativa más, pero a menudo se desconocen lo que de verdad está revelando. Desviar la mirada en una conversación, caminar con las manos en la espalda o incluso hablar mucho de algo pueden desvelar algunos pensamientos no tan evidentes según la psicología.
En este sentido, ocurre lo mismo cuando tocamos nuestro rostro mientras pensamos. Este gesto es precisamente uno de esos comportamientos que tenemos interiorizados y que vemos cada día a muchas personas. Sin embargo, muchos desconocen que detrás de ese contacto se esconde una autorregulación mental. Ya se manifieste tocando la frente, acariciándose la barbilla o tapando la boca con la mano, el significado es que se está produciendo una modulación cognitiva.
Qué dice la psicología sobre tocarse la cara
Joe Navarro, experto en comunicación no verbal y lenguaje corporal, explica en uno de sus artículos que al tocar, masajear, agarrar o rascar la cara libera oxitocina y serotonina, hormonas que inducen a la tranquilidad y la relajación. En este sentido, el experto se planteó incluso como hipótesis que este gesto tuviera relación con las terminaciones nerviosas presentes en la cara que a su vez se encuentran muy cercanas a las que están presentes en el cerebro. «Cuanto más cerca está un nervio del cerebro, más rápido envía señales calmantes o tranquilizadoras», explica.
Algunos estudios hablan de este gesto como self touch o autocontacto, que tiene como efecto en el cerebro la regulación del estrés agudo, por lo que mejora el proceso cognitivo. Además, esta asociación del estado cognitivo con el contacto, también ayuda en ocasiones y según otras investigaciones «al acceso léxico durante la dificultad de recuperación». En términos coloquiales, a ayudarte a encontrar la palabra cuando se tiene «en la punta de la lengua».
El vínculo entre tacto y mente, además, podría estar relacionado con conductas heredadas de los primeros primates. El etólogo Desmond Morris pudo observar que chimpancés y otros simios también tienden a tocarse el rostro en momentos de nerviosismo e incertidumbre, lo que refuerza la idea de que sea un mecanismo de autocalma.
Otras expresiones que se manifiestan al tocar la cara
Más allá de tocarse la cara cuando pensamos, los gestos con contacto en el rostro pueden revelar otras expresiones. Por ejemplo, uno de los gestos más comunes es la de taparse los ojos en situaciones de miedo o taparse la boca en situaciones de sorpresa.
Mientras tanto, apoyar la cara sobre la mano o la mano sobre la barbilla podría revelar aburrimiento o cansancio. También, el tacto en el rostro puede esconder emociones de atracción o interés, como apoyar la cara sobre las manos. Por otro lado, algunos expertos aseguran que tocarse la nariz mientras se mantiene una conversación podría indicar que se está mintiendo.
Referencias
Mueller, S. M., Martin, S., & Grunwald, M. (2019). Self-touch: Contact durations and point of touch of spontaneous facial self-touches differ depending on cognitive and emotional load. PLoS ONE, 14(3), e0213677. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0213677
Harrigan, J. A. (1985). Self-touching as an indicator of underlying affect and language processes. Social Science & Medicine, 20(11), 1161-1168. https://doi.org/10.1016/0277-9536(85)90193-5
Von Au, S., Helmich, I., Kieffer, S., & Lausberg, H. (2023). Phasic and repetitive self-touch differ in hemodynamic response in the prefrontal cortex–An fNIRS study. Frontiers In Neuroergonomics, 4. https://doi.org/10.3389/fnrgo.2023.1266439
