Publicado: noviembre 6, 2025, 1:35 am
Han pasado cincuenta años desde que el Rey Hassan II lanzara una movilización masiva de 350.000 hombre y mujeres para ocupar lo que Marruecos siempre ha querido para sí: el Sahara Occidental. Hoy se cumple ese medio siglo de la conocida como Marcha Verde … y el inicio de un conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario (movimiento político y militar saharaui) que aún sigue activo.
Y en toda esta historia, un papel fundamental lo tiene y lo tuvo España. La Marcha Verde coincidió con un momento político delicado para la dictadura: Franco estaba agonizaba (murió el 20 de noviembre de ese año) y nadie veía con buenos ojos abrir un conflicto armado con Marruecos. Esto facilitó que el Gobierno de España se desentendiera casi por completo de la colonia y que poco después firmara los Acuerdos de Madrid (11 de noviembre), mediante los cuales España se retiraba del Sahara Occidental y el territorio fue repartido entre Marruecos y Mauritania. España, aún hoy es potencia administradora del territorio, fue una pieza clave y sobre todo lo fueron, las Tropas Nómadas, una unidad militar creada por España en 1958, durante la época en que el Sahara Occidental era una colonia española (1958-1975).
Antonio Ramos Yzquierdo, teniente general retirado, (Tenerife, 1936), tenía 22 años cuando ingresó en los servicios de artillería del Sahara. «Veía desde mi isla el Sahara todo los días, pero no me imaginaba que me destinaran allá», cuenta a este periódico en vísperas del 50 aniversario de la Marcha Verde.
Las Tropas Nómadas en el Aiún. Abajo, hace 15 años, veteranos de las Tropas Nómadas
A sus casi 90 años, Ramos Yzquierdo recuerda con el máximo detalle sus años en el desierto. Primero en los servicios de artillería y después en las Tropas Nómadas. Desde hace años, cada lunes y miércoles en la céntrica calle de San Nicolás de Madrid junto a otros veteranos del Sahara, se reúnen para charlar, rememorar y sobre todo, preservar la memoria de los últimos testigos de un Sahara que dicen, «fue casi español, aunque nunca los saharauis se sintieron españoles». En las paredes de la oficina de San Nicolás cuelgan fotos de esas tropas que, montados en camellos, patrullaban el vasto territorio desértico, donde el agua escaseaba bajo un clima abrasador y la búsqueda de pozos era vital para mantenerse con vida a ellos y también a los camellos. «Aguantábamos porque éramos jóvenes. Veintipocos años y si no tenías familia, como yo en esa época, era una verdadera aventura», cuenta Ramos Yzquierdo.
En la época en la que él estuvo destinado en la antigua colonia hubo pocos sobresaltos. «Había una gran diferencia entre el norte, que hacía frontera con Marruecos y el sur, donde estábamos destinados. Las disputas eran más habituales en la frontera con Marruecos».
Sin embargo, la relación entre españoles y saharauis, «siempre fue buena, porque nosotros les defendimos de los franceses y de los marroquíes hasta que llegó el Polisario». «Estábamos en sus manos (de los saharauis), porque cuando salías a patrullar con los camellos tú eras uno, y ellos veintitantos», contaba Jesús Valencia, teniente en el Sahara de 1960 a 1966, a ABC en el 35 aniversario de la Marcha Verde.
Buena convivencia
Durante años, la convivencia fue bastante razonable. En sus historias, los veteranos recuerdan a sus compañeros y en muchos casos, amigos saharauis que les enseñaron a ponerse elzam (el típico turbante saharaui) y con quienes compartieron, en muchos casos, «los años más determinantes de nuestras vidas tanto profesionales como personales».
Pero todo se rompió en 1970, con los sucesos de Jatarrambla, un barrio del El Aaiún. Ese año, se convocó una manifestación «que en principio pensábamos que era proespañola pero se convirtió en una prosaharaui», recordaba César Goas, primero teniente y después capitán que estuvo en la colonia desde 1966 «hasta el final».
Ese suceso, que pilló desprevenido a las tropas españolas y acabó con varios muertos, fue el germen del Frente Polisario. A los tres años, se conformaba el movimiento político y militar y a los cinco la «casi expulsión española». «La verdadera traición vino del Frente Polisario», dice tajante Ramos Yzquierdo. «Comenzaron a captar a los jóvenes saharauis que nosotros luego instruíamos y a crear un caldo de cultivo contra nosotros que en 1975 acabó con nuestra marcha y el inicio de una guerra. El Polisario se equivocó de enemigo. No éramos nosotros, era Marruecos».
Cincuenta años después de la Marcha Verde «patrocinado por EE.UU y países árabes», los veteranos de las Tropas Nómadas lamentan que nunca se llegó a una situación donde el pueblo saharaui saliera bien parado. «Hay que distinguir entre los saharauis y el Polisario, que fueron los que se equivocaron», reivindica Yziquierdo. Después de la Marcha Verde, miles de saharauis escaparon a Tinduf, al desierto de Argelia, donde siguen exiliados esperando volver algún día. «Con el bandazo de la política española y el apoyo de la comunidad internacional al plan marroquí, es muy difícil que puedan encontrar su independencia».
