Publicado: noviembre 5, 2025, 9:12 pm
Un equipo de ingenieros del Instituto de TecnologÃa de Massachusetts (MIT), Estados Unidos, desarrolló un parche flexible para la administración de fármacos que se puede colocar en el corazón después de un infarto para ayudar a promover la cicatrización y la regeneración del tejido cardÃaco.
El nuevo dispositivo está diseñado para transportar tres fármacos diferentes que se pueden liberar en distintos momentos, según un programa preestablecido. En experimentos con ratas, los investigadores demostraron que este tratamiento reducÃa la cantidad de tejido cardÃaco dañado en un 50 % y mejoraba significativamente la función cardÃaca.
Los detalles se han publicado en la revista Cell Biomaterial y, según los cientÃficos, si se aprobara su uso en humanos, este tipo de ingenierÃa podrÃa ayudar a las vÃctimas de infartos a recuperar más función cardÃaca de lo que es posible actualmente.
Después de un ataque cardÃaco, muchos pacientes terminan sometiéndose a una cirugÃa de baipás, que mejora el flujo sanguÃneo al corazón, pero no repara el tejido cardÃaco dañado, detalla un comunicado del MIT. En el nuevo estudio, el equipo querÃa crear un parche que pudiera aplicarse al corazón al mismo tiempo que se realizaba la cirugÃa.
Cómo funciona
Los investigadores diseñaron un régimen de tres fármacos que promueven la curación del corazón de diferentes maneras. Y es que, cuando el tejido se regenera, sigue una serie de pasos cuidadosamente sincronizados, explica Ana Jaklenec.
El primer conjunto de partÃculas libera neuregulina-1, un factor de crecimiento que ayuda a prevenir la muerte celular. En el segundo se libera VEGF, un factor de crecimiento que promueve la formación de vasos sanguÃneos alrededor del corazón. El último lote suelta un fármaco de molécula pequeña llamado GW788388, que inhibe la formación de tejido cicatricial que puede producirse después de un infarto.
Para este estudio, los investigadores crearon parches compactos en miniatura de solo unos pocos milÃmetros de diámetro. «Encapsulamos conjuntos de estas partÃculas en un parche de hidrogel -similar a una lente de contacto-, que luego implantamos quirúrgicamente en el corazón. De esta forma programamos el tratamiento en el propio material», indica Erika Wang.
Los probaron en esferas de tejido cardÃaco, que expusieron a condiciones de bajo nivel de oxÃgeno, imitando los efectos de un ataque cardÃaco, y luego colocaron los parches sobre ellas. Estos promovÃan el crecimiento de los vasos sanguÃneos, ayudaban a que sobrevivieran más células y reducÃan la cantidad de fibrosis que se desarrollaba. En pruebas con un modelo de infarto de miocardio en ratas, también observaron mejoras significativas tras el tratamiento con el parche.
En comparación con su ausencia o la inyección intravenosa de los mismos fármacos, los animales con el parche mostraron una tasa de supervivencia un 33 % mayor y una reducción del 50 % en la cantidad de tejido dañado. El equipo espera probarlos en otros modelos animales con la esperanza de realizar un ensayo clÃnico futuro.
