Publicado: noviembre 5, 2025, 11:05 am
«Alemania: una dictadura de valores» y «El califato es la solución» eran las soflamas que se podían leer en las principales pancartas desplegadas por la asociación islamista Muslim Interaktiv en la manifestación convocada en Hamburgo, en mayo de 2024.
«Este país debe ser … redimido y para eso debe empezar a complacer a Alá: las mujeres que caminan solas, impúdicas, deben ser castigadas; las empresas deben permitir a los trabajadores parar para rezar cinco veces al día; y los imanes, no los tribunales, deben dictar las sentencias… solo así se salvará Alemania», explicaban en la tarima de oradores los seguidores de Raheem B., cabeza visible de esta asociación y de sus reivindicaciones.
«Que Alemania se convierta en un califato», resumían. El entonces líder del grupo parlamentario de la CSU en el Bundestag, Alexander Dobrindt, declaró que «cualquiera que quiera introducir la sharía (ley islámica) en Alemania y declarar un califato es un enemigo de nuestra democracia».
Desde su cargo como ministro del Interior, Dobrindt ha anunciado este miércoles la prohibición de Muslim Internaktiv por actividades anticonstitucionales y ha informado sobre una redada en la que se han confiscado numerosos bienes de la asociación islamista. «No permitiremos que organizaciones así corrompan nuestra sociedad libre con su odio, desprecien nuestra democracia y ataquen nuestro país desde dentro», ha declarado al anunciar la prohibición.
La asociación fue creada en 2020 y se caracterizaba por su fuerte presencia en redes sociales y por organizar manifestaciones públicas. Promovía hasta ahora la instauración de un califato islámico en Alemania, rechazaba los principios democráticos y del Estado de derecho, y mostraba una postura hostil hacia Israel, los judíos, los derechos de las mujeres y las minorías.
Especialmente en el último año, ha explotado particularmente el conflicto de Oriente Próximo bajo el disfraz de la solidaridad con los palestinos. Es un grupo cercano al movimiento Hizb ut Tahrir (HuT), que fue prohibido en 2003, y rechaza fundamentalmente los Estados nacionales y la democracia.
Según la Inteligencia alemana, que ha estado vigilando a la asociación, se ha venido nutriendo de procesos de reunificación familiar en los que extensos clanes procedentes de Turquía, Siria, Palestina, el Líbano, Irak y Afganistán hacen llegar a Alemania a más familiares. Su financiación se realizaba a través de donaciones efectuadas anónimamente en los países de origen, intensamente promovidas desde Alemania a través de las redes sociales y con el fin de «convertir» a los alemanes.
Muslim Interaktiv era considerado un grupo de «influencers islamistas» por su uso intensivo de plataformas digitales para difundir su mensaje. Así ocurría hasta que el conflicto en Gaza sacó a sus miembros a las calles, en manifestaciones violentas en las que se difundía el odio contra Israel y se causaban sistemáticamente daños al mobiliario público y ataques a los agentes de la Policía.
El Ministerio del Interior ha concluido que Muslim Interaktiv «apunta sus fines y actividades contra el orden constitucional y el entendimiento entre los pueblos», y acusa al movimiento de incitar al odio contra el Estado de Israel y de despreciar los derechos fundamentales, además de promover ideas contrarias a los valores democráticos, como el rechazo al pluralismo y la igualdad de género.
Tras la decisión de Interior, el grupo queda disuelto y sus bienes confiscados por orden judicial. En una redada en la madrugada de este martes, se llevaron a cabo siete registros simultáneos en Hamburgo, otros doce en Berlín y uno más en el estado de Hesse. Dichos registros forman parte de investigaciones que implican también a otras dos asociaciones, Generation Islam y Realität Islam, con las que Muslim Interaktiv comparte miembros y objetivos y que también están bajo sospecha.
Muslim Interaktiv ha sido eliminada del registro de asociaciones legales en Alemania. También han sido bloqueadas sus cuentas en redes sociales y cerradas o eliminadas varias páginas web. En el momento de su clausura, su cuenta de Tiktok contaba con más de 18.700 seguidores y 389.000 notificaciones de ‘me gusta’. En los vídeos que difundía, que cada uno contaba con miles de visualizaciones, aparecían jóvenes predicadores islamistas. En Instagram, la cuenta era seguida por casi 10.000 usuarios y también tenía su propio canal en YouTube con 19.100 suscriptores.
La base de la prohibición de la asociación es una extensa colección de material probatorio recopilado por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, el servicio de Inteligencia interior de Alemania, a la que también han contribuido varias autoridades regionales.
Tal y como ha insistido el ministro Dobrindt, «cualquiera que pida agresivamente el califato en nuestras calles, agite contra el Estado de Israel y los judíos de una manera intolerable y desprecie los derechos de las mujeres y las minorías, debe saber que los enfrentaremos con toda la severidad del Estado de derecho».
