Publicado: octubre 26, 2025, 10:30 am
El consumo de alcohol es controvertido. Pese a sus más que demostrados perjuicios a la salud, el nivel de aceptación de su ingesta es aún alto en Occidente, incluido España.
El diario The Sun publica un reportaje este domingo en el que explica cuáles son los cinco principales tipos de bebedor y los siete signos de que alguien tiene un problema con el alcohol.
El bebedor social
¿Te aterra la idea de charlar un poco? ¿Consumes alcohol para relajarte ante un encuentro con más gente? Entonces probablemente seas un bebedor social.
Sólo se necesita media copa de vino o entre una y dos unidades de cerveza para obtener ese estado de ánimo social, ya que el ritmo cardíaco se acelera y los vasos sanguíneos se expanden.
La desventaja de este tipo de bebedor es que la dependencia de ese subidón se convierte en «solo una más» con demasiada frecuencia.
El bebedor de desconexión
Ha sido una semana larga en el trabajo y te dices a ti mismo que una botella de vino es la única manera de desconectar.
«El alcohol solo te brinda unos 20 minutos de sensación de mayor calma y menos agobio antes de empezar a buscar una euforia que nunca regresa», dice a The Sun la coach de sobriedad Sandra Parker.
«Se vuelve problemático cuando bebes constantemente más de lo planeado, piensas en la bebida desde por la tarde o quizás si te sientes ansioso por no beber. Ahí es cuando has cruzado la línea de la elección a la obligación», dice Parker.
El bebedor aburrido
¿Alguna vez tomas una bebida porque estás aburrido, solo o inquieto? «Si bien el alcohol puede brindar un alivio temporal, a menudo empeora la ansiedad, el bajo estado de ánimo o el sueño a largo plazo», dice Tansy Forrest, autora de Diez pasos para beber menos y vivir bien.
«Beber conscientemente es un gran concepto, pero solo funciona si se combina con una autoevaluación honesta, estrategias prácticas y conciencia de cómo puede ignorar problemas más profundos«, dice Forrest.
«Las personas con estrés, ansiedad o trauma subyacentes a veces recurren al alcohol para afrontar la situación, por lo que, sin identificar los desencadenantes ni poner en práctica estrategias prácticas, el ciclo continúa. La pregunta más poderosa que puedes hacer es: ‘¿Esta bebida me acerca a la vida que quiero o me aleja?'», se pregunta la experta.
El bebedor estresado
Una factura inesperada, una discusión o la avería de la lavadora: momentos estresantes como éste pueden hacer que uno recurra a la bebida. «El alcohol produce una rápida dosis de dopamina en el cerebro que nos hace creer que el estrés ha desaparecido», afirma Elizabeth Walker, coach sobre alcoholismo.
Y para algunos, crea una sensación de control, la ilusión de que las emociones están controladas. Pero si el estrés es para ti inabordable hasta que bebes, es un signo de que tienes un problema.
El bebedor de citas
«Si no te imaginas una cita, ni tener sexo, sin beber alcohol, es una señal de alerta», afirma a The Sun Annabelle Knight, experta en sexo y relaciones de Lovehoney.
«El alcohol se utiliza a menudo para reducir las inhibiciones o las preocupaciones sobre el rendimiento, pero puede atenuar las sensaciones, afectar al consentimiento y, a veces, enmascarar si uno está realmente preparado», añade Knight.
Señales de que tienes un problema con el alcohol
- Justificas el consumo de alcohol (usas frases como «sólo bebo vino de calidad», «nunca bebo antes del anochecer», «hago ejercicio, así que se equilibra»).
- Normalizas el consumo de grandes cantidades («Tengo mucha tolerancia», «No me emborracho ni me caigo», «No me afecta como a otra gente»).
- Mientes a tu médico sobre cuánto bebes cuando éste te pregunta.
- Te prometes a ti mismo que no beberás esta noche, pero lo haces de todos modos.
- Estructuras tus noches en función de cuándo puedes beber, apresurándote en las tareas para llegar a la hora del alcohol.
- Escondes botellas o que bebes cuando hay otras personas alrededor.
- Planeas tomar solo una copa pero al final te acabas una botella.
