Publicado: agosto 23, 2025, 4:36 pm

La declaración de hambruna en Ciudad de Gaza es «mentira» para Benjamin Netanyahu y pide a los militares que aceleren los planes para invadir la que llama «capital de Hamás». El Canal 12 de la televisión israelí, citando fuentes militares, adelantó que la entrada … por tierra a gran escala se producirá a mediados de septiembre, una vez hayan regresado a sus puestos los 60.000 reservistas, y que en las próximas horas se dará la orden de evacuación a la población. Se estima que cerca de un millón de palestinos sobreviven en el principal núcleo urbano de la Franja y no hay un lugar seguro al que puedan escapar.
Desde la ONU piden un alto el fuego urgente para poder hacer frente a la situación de hambruna e insisten en que disponen de comida y medicinas suficientes para llenar 6.000 camiones y meterlo de manera inmediata. La Organización Mundial de la Salud ha registrado la muerte de 148 personas por desnutrición en Gaza desde enero y el organismo internacional espera que aumente la presión sobre Israel tras el anuncio de hambruna y detenga sus planes.
Las autoridades israelíes arremetieron contra el informe de la Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria en Fases (IPC, por sus siglas en inglés), que ha declarado la situación de hambruna en Ciudad de Gaza, pero pasado el golpe mediático inicial que supuso la noticia siguieron adelante con los planes de invasión.
El diario ‘Maariv’ publicó una encuesta que reflejó el descontento popular con la estrategia de uso máximo de la fuerza del primer ministro. Un 46 por ciento de los encuestados apuestan por un acuerdo integral que ponga fin a la guerra y un 26 por ciento quiere un alto el fuego inmediato aunque solo consiga la liberación parcial de los rehenes.
Rendición de Hamás
Junto a la luz verde para la invasión, Netanyahu ordenó retomar la negociación para liberar a los rehenes, pero el primer ministro ha cambiado una vez más sus exigencias y más que un acuerdo, pide la rendición de Hamás. El primer ministro realizó unas declaraciones al canal estadounidense OANN en las que afirmó que el objetivo de Israel es eliminar los dos últimos bastiones de Hamás: la Ciudad de Gaza y los llamados campamentos centrales. Netanyahu planteó a Hamás una disyuntiva: «rendirse y liberar a los rehenes, o ser perseguido». Durante la semana, el ministro de Defensa, Israel Katz, amenazó a los islamistas y dijo que si no aceptaban las exigencias de Israel «se abrirán las puertas del infierno».
Pese a ordenar el inicio inmediato de las conversaciones para liberar a todos los rehenes y poner fin a la guerra, ninguna delegación israelí ha partido hasta ahora para entablar negociaciones indirectas con Hamás. El nuevo giro de Israel en la negociación supone todo un revés para el trabajo de los mediadores, que habían logrado que Hamás aceptará una propuesta similar a la planteada por Estados Unidos hace poco más de un mes. Los islamistas están de acuerdo en respetar una tregua de 60 días y liberar a 10 rehenes vivos, una fórmula de acuerdo por fases que era la única que aceptaba Netanyahu hasta ahora. El problema es que el dirigente conservador pide ahora la liberación de todos los rehenes en una sola vez y el desarme completo de Hamás.
La semana pasada cientos de miles de personas secundaron la huelga general convocada por las familias de los rehenes y tomaron parte en una gran protesta en Tel Aviv, a las puertas del ministerio de Defensa. Las familias volvieron a echarse a las calles porque consideran la ofensiva sobre Ciudad de Gaza «una puñalada en el corazón» y piden que se acepte un acuerdo para que puedan salir de manera segura.