Publicado: agosto 22, 2025, 7:25 am

Uno de los símbolos de la mano dura de Donald Trump en política migratoria puede tener los días contados: una jueza federal ha ordenado el cierre del centro de detención para inmigrantes indocumentados conocido como ‘Alligator Alcatraz’, en Florida.
Se trata de una cárcel … temporal para el procesamiento, detención y deportación de inmigrantes indocumentados, que causó sensación y polémica por las condiciones a las que sometía a los inmigrantes: enclavado en el medio de las Everglades, los humedales inhóspitos del sur de Florida, entre mosquitos, caimanes y un calor sofocante.
La idea fue del gobernador de aquel estado, el republicano Ron de Santis, y fue abrazada con entusiasmo por Trump. El presidente de EE.UU. disfrutó de una visita a las instalaciones a comienzos de julio y bromeó con los peligros para los inmigrantes si trataban de escapar de allí. El multimillonario aseguró que allí se encerraría a «algunos de los criminales más horribles del planeta», pero muchos de los que han sido enviados hasta allí no tienen antecedentes penales.
‘Alligator Alcatraz’ ha llegado a tener cerca de 1.400 detenidos, instalados en barracones móviles en una pista de aterrizaje construida para un proyecto de aeropuerto ideado en la década de 1960 pero que nunca se materializó. Se estima que en estos momentos hay unos 700. Pronto podría no quedar ningún detenido, si la decisión judicial acaba por cumplirse.
Pero la decisión de la jueza federal del caso, Kathleen Williams, no tiene que ver con la política migratoria ni con las condiciones de los detenidos. Su orden de cierre tiene motivos medioambientales: el impacto en el frágil ecosistema de las Everglades.
La razón por la que no se concluyó aquel aeropuerto en los años sesenta fue por el impacto medioambiental. «Desde entonces, cada gobernador y senador de Florida e incontables figuras políticas locales y nacionales, presidentes incluidos, se han comprometido de forma pública a apoyar la recuperación, conservación y protección de las Everglades», dijo Williams en su fallo. «Esta orden no hace nada más que respetar los requisitos básicos de la legislación diseñada para cumplir esas promesas».
La jueza ha exigido a la Administración Trump que paralice de inmediato los trabajos para seguir construyendo la cárcel y que no traslade a ningún detenido más a las Everglades. E impone un plazo de 60 días para desmantelar las instalaciones.
La decisión, que sin duda será recurrida por el Gobierno de Trump, viene tras una demanda de una coalición de grupos medioambientales y de activistas de las tribus nativas que habitan las Everglades.