Primera noche bajo control federal: Washington despierta con patrullas del FBI, DEA y la Guardia Nacional - Chile
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Primera noche bajo control federal: Washington despierta con patrullas del FBI, DEA y la Guardia Nacional

Publicado: agosto 12, 2025, 2:05 pm

Esta noche, en la capital federal de Estados Unidos, ya se han visto las primeras señales del control federal ordenado por Donald Trump. Reina una tensa calma en una ciudad que se adentra en terreno inexplorado.

Agentes del FBI patrullaron zonas de ocio como U Street y Navy Yard, mientras efectivos de la agencia antidroga DEA inspeccionaban campamentos de personas sin hogar y la Policía de Parques borraba pintadas con productos químicos. Helicópteros policiales sobrevolaron el centro de Washington durante la noche.

Bajo el puente de Key Bridge, que conduce al acomodado barrio de Georgetown, aparecieron uniformados del Servicio de Inmigración en busca de indocumentados. En redes sociales circularon fotos de operativos conjuntos con el FBI, la agencia de control de armas y la Policía de Parques mostrando armas y drogas incautadas.

En algunas zonas de la ciudad, especialmente en las más conflictivas, se vieron furgonetas de la Patrulla Fronteriza, una presencia insólita en una ciudad situada a miles de kilómetros de cualquier cruce fronterizo.

En paralelo, se preparan turnos de 200 soldados de la Guardia Nacional para vigilar cruces estratégicos y reforzar la presencia en los barrios con mayor criminalidad. El despliegue alcanzará un máximo de 800 reservistas, en lo que el presidente describió como un gran operativo para «liberar Washington».

El ‘sherrif’ Trump

La capital de Estados Unidos está ya tomada por el Gobierno federal. Trump es, al mismo tiempo, presidente y alguacil, pues controla, a través de su gabinete, la policía y la seguridad de la ciudad. Washington siempre ha tenido un autogobierno muy limitado, sin representación real en el Capitolio, y ahora queda aún más maniatada.

Desde el fin de semana, antes incluso de que Trump anunciara oficialmente la intervención federal en la seguridad de la ciudad, la presencia de fuerzas federales comenzó a notarse de forma evidente en las calles: agentes con chalecos antibalas en los cruces, controles aleatorios en las salidas, helicópteros y drones en misiones de reconocimiento. Se trataba de un reconocimiento previo, la preparación de un dispositivo que ahora, tras el anuncio del lunes, es plenamente visible.

La toma de control incluye tareas específicas para cada agencia: el FBI se encargará de combatir la delincuencia, la DEA de buscar armas, y la fiscalía federal de instruir denuncias con el objetivo de disuadir la reincidencia. Trump ha prometido una presencia «abrumadora» e «imparable» en la ciudad, con más de 500 agentes federales ya desplegados y un refuerzo adicional de 800 soldados de la Guardia Nacional.

Mano dura contra el crimen

El presidente ha designado al jefe de la DEA, Terry Cole, como comisionado interino de la Policía Metropolitana, con el encargo de coordinar la operación junto a la jefa local, Pamela Smith. Cole tendrá en sus manos el futuro de la ciudad, y Trump ya le ha advertido públicamente que lo destituirá si «se muestra blando».

La estrategia incluye un claro elemento de disuasión. En una intersección de la calle 12, un accidente menor entre un coche y un ciclomotor atrajo a dos docenas de agentes, algunos con pasamontañas y uno con rifle, ante la mirada de vecinos y turistas que tomaban café o helado. No muy lejos, uniformados pedían a una persona sin hogar que recogiera sus pertenencias y abandonara el lugar.

Trump no explicó dónde serían trasladadas las personas desalojadas, aunque la semana anterior ya había advertido en redes sociales que, si Washington «no se pone las pilas», impondría un control federal total para «poner a los criminales sobre aviso».

Una protesta contra la toma de control de la Policía reunió a un grupo reducido de manifestantes a pocas calles de la Casa Blanca. Entre abucheos, políticos demócratas y activistas denunciaron la medida como un acto de «autoritarismo» y un «ataque a una ciudad de mayoría negra, interpretando la declaración de «emergencia por criminalidad» como un pretexto político.

Aunque la alcaldesa, Muriel Bowser, calificó el despliegue de «inquietante», aceptó que la ley le obliga a cooperar. Los asistentes expresaron preocupación por la pérdida de la ya limitada autonomía de la capital, acusando a Trump de querer convertir esta en un ejemplo de mano dura contra una ciudad demócrata sin representación plena en el Congreso.

Related Articles