Publicado: agosto 2, 2025, 1:30 pm
La psicología permite estudiar hasta el gesto más pequeño y, en apariencia, trivial, para comprender los rasgos más profundos en la mente y la personalidad de una persona. Por ejemplo, cuando alguien ayuda a un camarero a recoger los platos o los cubiertos de una mesa en un restaurante. Aunque sea un gesto trivial, como acercarle un simple plato, la acción implica un significado psicológico más amplio.
De hecho, ayudar a recoger la mesa puede reflejar, según la teoría del sociólogo Alvin W. Gouldner, una norma de reciprocidad, es decir, devolver un favor con otro acto amable. Si el camarero ha prestado un buen servicio, la persona puede sentir que ayudar es una forma justa de corresponder. Esto significa que, si observamos a alguien hacer esto, estamos mirando a una persona recíproca, que no duda en corresponder a los demás.
También es un acto que implica empatía hacia el trabajo del camarero y una disposición general a actuar de forma prosocial (comportamientos voluntarios que benefician a otros). Según el modelo de activación de la empatía-altruismo propuesto por Daniel Batson, la empatía hacia alguien que necesita ayuda puede llevar a una motivación altruista, donde el objetivo principal es el bienestar de la otra persona, no el propio beneficio. Es decir, las personas empáticas tienden a involucrarse más en acciones que alivian la carga o el trabajo de los demás.
Pero ahí no acaba la cosa: el gesto de ayudar a los camareros denota una serie de valores, como el sentido de la igualdad o la humildad: ver al camarero como a un igual, y no un subordinado. Para algunos, bajo el gesto de ayudar a un camarero puede tener, en el subconsciente, un componente de rebeldía al romper jerarquías.
De hecho, no todo es algo bueno: el gesto puede denotar también una necesidad de control, un deseo de ‘nivelar’ la situación ante una servidumbre o una aspiración de evitar situaciones incómodas. Aunque mayoritariamente este gesto se asocia con el altruismo, la identidad personal y una cadena de valores adquiridos durante la educación.